La noche del 31 de octubre se transformó en un escenario de escalofríos y emoción para los seguidores de «Gran Hermano 2024», quienes vivieron una gala llena de misterio y sorpresas en víspera de Halloween. La casa situada en Guadalix de la Sierra adoptó una atmósfera de auténtico terror, ofreciendo a la audiencia una experiencia inolvidable que culminó con la expulsión de Lucía, quien abandonó el programa tras recibir un 62% de los votos del público, en una cerrada contienda con Óscar.
El camino hacia la expulsión estuvo lleno de tensión y dramatismo, ya que los concursantes tuvieron que atravesar un oscuro recorrido ambientado en un orfanato antiguo, elevando el nivel de suspense de la noche. Sin embargo, este ambiente no dio respiro a los habitantes de la casa, quienes, tras el episodio de expulsión, se vieron inmersos en el proceso de nominación bajo condiciones peculiares: una divertida pero caótica lluvia de tartazos y papilla.
En una primera instancia, los nominados se decidieron de manera tradicional, resultando en Laura, Adrián, Luis, Daniela y Maica como los primeros en enfrentarse a la posibilidad de abandonar el juego. La sorpresa llegó cuando una llave elegida al azar concedió un poder especial a Nerea, quien añadió a Manu a esta lista, agitando aún más la dinámica del grupo.
Con Laura, Luis, Adrián, Daniela, Maica y Manu en la cuerda floja, el destino de estos seis concursantes queda ahora en manos del público. La anticipación se mezcla con especulaciones sobre posibles alianzas y estrategias, mientras el «Big Bro» guarda potenciales sorpresas que prometen alterar aún más el desarrollo del juego.
Este episodio refleja la esencia de lo que «Gran Hermano» ofrece año tras año: una mezcla de emociones fuertes, tácticas intrigantes y una imprevisibilidad constantes. Con la participación del público ahora activa a través de una aplicación móvil, los espectadores tienen el poder de influir en el futuro de los concursantes, tomando decisiones que determinarán quién avanza hacia el premio final en una edición que hasta el momento se ha caracterizado por ser impredecible y vibrante, manteniendo a la audiencia al filo del asiento.