Castilla-La Mancha tiene un gran potencial para el desarrollo de biometano, una fuente de energía renovable y autóctona, a partir de los residuos generados por su industria ganadera y agrícola. Según un informe elaborado por la Asociación Española del Gas, Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora Biovic, la región podría albergar hasta 305 plantas de biometano, lo que se traduciría en un potencial de 20,2 TWh/año, suficiente para abastecer el 134% de la demanda de gas natural de la región. La puesta en marcha de estas plantas movilizaría inversiones por valor de 5.058 millones de euros, el equivalente a un 12,8% del PIB regional en 2020, y crearía 2.828 puestos de trabajo directos y 5.340 indirectos asociados a la operación de las plantas, así como 4.575 empleos directos y 61.000 indirectos asociados a la construcción. La principal fuente de recursos para la producción de biometano en Castilla-La Mancha son los residuos generados por su sector agrario y ganadero, por lo que el desarrollo de estas plantas significaría una solución medioambiental a los residuos y un impulso a la economía circular.