El dramático accidente en la mina de Cerredo continúa resonando, pero ahora lo hace en un silencio cargado de dolor. La presidenta de la Comisión de Investigación parlamentaria en Asturias, Covadonga Tomé, ha informado que ninguno de los supervivientes heridos comparecerá ante los diputados. De los cuatro hombres convocados, tres ya habían rechazado la invitación desde el inicio, y el cuarto ha manifestado que su estado anímico le impide revivir la experiencia, un gesto que simboliza su deseo de cerrar un capítulo doloroso de su vida.
Esta decisión no es simplemente una cuestión administrativa; refleja una realidad más compleja. Las heridas emocionales son profundas y las preguntas que conllevan a recordar el desastre pueden ser más dolorosas que las cicatrices visibles. La omisión de estas voces en el proceso de investigación evidencia la lucha interna de quienes desean evitar la confrontación con su propio sufrimiento.
A pesar de esta ausencia, la maquinaria institucional sigue su curso. La Comisión comenzará sus sesiones de comparecencias a finales de julio, estableciendo un calendario condenadamente denso que contempla varias jornadas de testimonios. El objetivo declarado es investigar y garantizar que las responsabilidades no se diluyan en la burocracia. Las convocatorias son vinculantes, lo que significa que eludirlas podría llevar a sanciones legales. Tomé ha instado a la selección cuidadosa de los miembros de la Brigada de Seguridad Minera para asegurar que cada testimonio aporte algo relevante al proceso.
Sin embargo, en la política también se han introducido tensiones. Tomé ha denunciado a Vox por obstruir el avance de la investigación, revelando cómo los intereses políticos pueden interferir en la búsqueda de la verdad. En medio de este escenario, lo más perturbador es el costo humano. Cuatro supervivientes han decidido no ser interpelados, no por falta de respeto hacia el proceso judicial, sino porque hay dolor que prefieren llevar en silencio. Mientras la Comisión busca respuestas en documentos y declaraciones técnicas, ellos enfrentan una verdad propia, una que rara vez se menciona en las actas pero que pesa en sus vidas de forma inmensa.