En una emotiva entrevista concedida a Jordi Évole en su programa «Lo de Évole», Lolita Flores ha compartido abiertamente aspectos hasta ahora desconocidos de su vida personal y su estrecha relación con su familia. Con la sinceridad y espontaneidad que la caracterizan, Lolita ha sabido conquistar el corazón de los espectadores narrando anécdotas, aprendizajes y momentos de profunda emoción, especialmente al hablar de su hermana Rosario Flores.
Uno de los instantes más conmovedores de la conversación se produjo cuando Lolita, normalmente serena al recordar las dolorosas pérdidas de su hermano Antonio y su madre, Lola Flores, no pudo contener las lágrimas al mencionar a Rosario. Visiblemente emocionada, reconoció la especial sensibilidad que siente hacia su hermana menor, demostrando la fuerte conexión emocional que les une.
En un testimonio lleno de cariño y admiración, Lolita desgranó la esencia de su vínculo con Rosario, una relación que destaca por la ternura, la comprensión mutua y un amor incondicional. Reveló cómo, a pesar de las diferencias de edad, siempre ve a Rosario con la inocencia y el encanto de la juventud, subrayando la capacidad de ambas para disfrutar juntas de momentos que no pudieron vivir durante su niñez.
Además, Lolita no dudó en alabar el talento y la personalidad de Rosario, describiéndola como una «artista espectacular» y la más cariñosa de los hermanos. Con palabras llenas de afecto, señaló la ternura que Rosario transmite, comparándola con una «flor chiquitita», un tributo a la importancia insustituible que tiene la familia en su vida.
La entrevista no solo reveló el lado artístico de Lolita Flores, sino que igualmente puso de manifiesto su humanidad y la profundidad de los lazos que la unen a los suyos, mostrando que más allá del éxito y la fama, lo que verdaderamente valoriza son las relaciones familiares.
Este encuentro con Jordi Évole ha permitido a la audiencia descubrir una faceta mucho más íntima y emotiva de Lolita Flores, una mujer que, rodeada de arte y talento, ha sabido poner en el centro de su vida el amor incondicional hacia su familia.