En una jugada maestra que mezcla humor y actualidad económica, el programa de televisión español «La Revuelta» ha decidido lanzarse al mundo de las criptomonedas con su propia propuesta: la Doggycoin. En un momento en que las criptomonedas son objeto de discusión intensa, no solo por su volatilidad sino también por las controversias que las rodean, «La Revuelta» ha optado por abordar el tema desde una perspectiva humorística y satírica.
Durante la presentación de los resultados de la Lotería Nacional en el canal La 1, el humorista Jorge Ponce hizo un inesperado anuncio. En lugar de transmitir un mensaje gubernamental, introdujo la Doggycoin, promocionándola como la criptomoneda oficial del presidente del Gobierno español. Ofrecida inicialmente a 3,25 dólares el token, la moneda digital prometía no solo rentabilidad y fiabilidad, sino también libertad.
El proyecto se burló abiertamente de las polémicas recientes que han involucrado a Javier Milei y al presidente de Argentina, tejiendo una historia en la que comprar 100 Doggycoins daría a los inversores la oportunidad de «llevarse la perra gorda» con un sorteo para acompañar a la esposa del presidente español en un singular paseo en el avión presidencial.
El segmento, recibido con carcajadas por el público presente, se complementó con una publicación en Twitter desde la cuenta de «La Revuelta», donde no perdieron la oportunidad de lanzar una puntada satírica hacia Pedro Sánchez, enlazando a un video promocional de la Doggycoin.
Más allá de la diversión y la sátira política, este enfoque presenta una oportunidad para reflexionar sobre la naturaleza cambiante de las criptomonedas y su impacto económico global. Al finalizar el segmento, aportando un toque de dulzura a la noche, se contó con la presencia del conocido repostero Jordi Roca justo antes de que comenzara el talent show de repostería «Bake Off».
La intervención de «La Revuelta» en el debate sobre las criptomonedas demuestra el poder de los medios de entretenimiento no solo para entretener y hacer reír, sino también para fomentar el diálogo y la reflexión sobre temas relevantes de nuestra era, equilibrando la complejidad de las finanzas modernas con un ingenioso sentido del humor.