La disidencia interna se intensifica dentro del PSOE por el controvertido acuerdo con ERC en la investidura de Salvador Illa. Javier Lambán, ex presidente de Aragón y actual líder del PSOE en la comunidad, ha hecho pública su oposición a dicho acuerdo, el cual según él beneficia desproporcionadamente al independentismo, comprometiendo la igualdad entre las regiones de España. Lambán, junto con Emiliano García-Page, es una de las voces más críticas de las políticas de Pedro Sánchez dentro del partido, especialmente por las concesiones hechas al independentismo catalán.
Según Lambán, el acuerdo, que presumiblemente incluye una autonomía fiscal para Cataluña, es inaceptable y marca una preocupante desviación de los principios socialistas y democráticos. Esta situación ha agudizado las tensiones dentro del PSOE, evidenciando una división clara frente a la cuestión de cómo gestionar las demandas independentistas.
La situación ha generado igualmente reacciones adversas a nivel regional. Jorge Pueyo, diputado de CHA en Sumar Aragón, ha declarado que se opondrá rotundamente a cualquier propuesta de financiación que diferencie a Cataluña, a menos que se ofrezca una compensación justa a Aragón. Esta postura subraya la demanda de equidad entre las comunidades autónomas en cualquier acuerdo financiero. Por otro lado, Fernando Ledesma, portavoz del grupo popular en las Cortes de Aragón, ha expresado su rechazo a las concesiones propuestas, interpretándolas como una reforma oculta de la Constitución, que promueve la independencia fiscal catalana en detrimento de la igualdad regional.
Ledesma ha exigido una postura más firme por parte del PSOE aragonés y ha hecho un llamado a un debate transparente y abierto sobre el acuerdo, enfatizando la necesidad de acciones contundentes y no meras declaraciones en redes sociales. Este escenario ha amplificado las peticiones de claridad y justicia en los acuerdos políticos, resaltando la importancia crítica de un debate democrático sobre estas cuestiones.
Las críticas y demandas de transparencia subrayan una creciente desconfianza hacia cómo se gestionan los acuerdos políticos en España, especialmente aquellos relacionados con el independentismo. La situación actual refleja un momento crucial para el PSOE, que se encuentra en el dilema de equilibrar las demandas independentistas con el principio de igualdad entre todas las regiones españolas.