Regresa la fascinación por «La casa del dragón», esta vez mediante la plataforma Max, donde ha emergido como el centro de atención de los seguidores ávidos por sumergirse en universos narrativos envolventes y meticulosamente construidos, siguiendo la estela de George R.R Martin. Mientras se aguardaba el retorno de esta aclamada serie, los usuarios de Max descubrieron en su amplio catálogo una perla oculta que captó la atención por su proximidad temática y narrativa: la serie «Roma». Este drama histórico, una creación de HBO con el guionista británico John Milius a la cabeza, logró cautivar a la audiencia buscando contenido de calidad mientras esperaban el regreso de fantasías épicas.
«Roma» se enmarca como una joya de la pantalla chica, estrenada en 2005, que explora el declive de la República romana y su transición hacia el Imperio romano a través de los ojos de Lucio Voreno y Titus Pullo, dos personajes que tienen la peculiaridad de estar inscritos tanto en la historia como en la ficción, y que se ven inmersos en una época definida por profundas transformaciones políticas y sociales. Gracias a la inspiración en las crónicas de Julio César sobre la Guerra de las Galias, la serie ofrece una visión cruda de la sociedad de aquella época, sumergiendo al espectador en los horrores y las batallas que forjaron el camino hacia un nuevo modelo de gobierno.
La serie no solo se destaca por su rigor histórico y su impresionante despliegue de producción, sino también por captar la complejidad de los conflictos, tanto internos como externos, que marcaron un antes y un después en la historia de Roma. Además, demuestra cómo, con el paso del tiempo, aquellos que lograron ascender económicamente comenzaron a influir en el ámbito político, modificando las reglas establecidas y enfrentando los desafíos que suponía una sociedad en constante evolución y corrupción.
Roma no solo se convirtió en una pieza fascinante por su relato e inmersión en uno de los periodos más emblemáticos de la historia, sino también por su presupuesto de 100 millones de dólares asignado por HBO, marcando un antes y después en la historia de las producciones de la cadena. Sin embargo, la serie no estuvo exenta de controversias; antes de su éxito en las plataformas digitales, enfrentó la censura de las cadenas televisivas italianas, que optaron por eliminar gran parte del contenido explícito, tanto en diálogos como en escenas de violencia y sexo, demostrando las complejidades que afronta el balance entre la exactitud histórica y los límites de la representación en la televisión contemporánea.
En resumen, «Roma» ofrece a los espectadores no solo un viaje apasionante a través de uno de los momentos pivote de la historia antigua sino también una reflexión sobre el poder, la ambición y la transformación social. Su éxito asegura que, incluso frente a los gigantes del streaming y las grandes franquicias, hay espacio para la narración histórica profundamente humana y políticamente compleja.
