Al navegar por el catálogo de Prime Video, los espectadores españoles han redescubierto un clásico del cine que rápidamente se ha convertido en un fenómeno viral en el entorno del streaming. Se trata de «Aguirre, la cólera de Dios», una obra maestra del género de aventuras dirigida por Werner Herzog en 1972, que conquista a la audiencia con su impresionante narrativa y dirección, y resalta la majestuosidad de la selva amazónica.
Este clásico relata la peligrosa expedición del conquistador español Gonzalo Pizarro en busca de El Dorado. La trama evoluciona hacia un drama de supervivencia conforme Pizarro y su equipo enfrentan la escasez de provisiones entre los peligros de la Amazonía. El filme no solo captura la atención por su historia, sino también por la innovadora técnica cinematográfica de Herzog, que ofrece una experiencia visual sin precedentes mediante la exploración de la belleza natural del Amazonas.
La crítica de la época elogió la película de Herzog por su impactante visual y narrativa, considerándola una experiencia cinematográfica excepcional. Incluso, «The New York Times» describió a Herzog como un poeta del cine, capaz de «impresionar al espectador con su trabajo, convirtiendo al film en una obra espléndida e inquietante».
No obstante, el rodaje estuvo marcado por el intenso conflicto entre Herzog y Klaus Kinski, el protagonista, conocido por su temperamento volátil. Kinski, quien interpreta un rol central en la historia, solía enfrentarse a miembros del equipo y especialmente a Herzog, a quien ignoraba y amenazaba con frecuencia. Esta tensión casi lleva a Herzog a abandonar el proyecto. A pesar de estos desafíos, la determinación del director por continuar con su visión fue crucial para concluir la producción de esta emblemática película.
«Aguirre, la cólera de Dios» no solo ha encontrado una nueva vida en Prime Video entre los espectadores españoles, sino que también ha reafirmado su estatus como un clásico indeleble del cine de aventuras. Su resonancia con las audiencias contemporáneas demuestra el poder perdurable de las historias bien contadas y la maestría cinematográfica. Con cada nueva generación de espectadores, esta película sigue conquistando corazones y marcando pautas en el género, recordándonos el vasto potencial del cine para explorar la naturaleza humana y los límites del mundo conocido.