En el tranquilo paraje de Valle Salvaje, una presencia inquietante perturba la cotidianidad de sus habitantes. Don Hernando, un marqués de enigmáticas intenciones, se ha instalado en el lugar, suscitando una serie de preguntas sobre su verdadero propósito allí. José Luis, un observador nato del entorno, es tal vez el más sentido en indagar sobre el largo período que el marqués ha decidido permanecer en este sitio, especialmente considerando que su hijo optó por alejarse hace ya algunos años.
La conducta de don Hernando no deja indiferente a nadie; su mirada calculadora y su comportamiento crean una atmósfera opresiva cada vez que se hace presente. Los murmullos entre los sirvientes y las miradas esquivas de los invitados son muestra del efecto que el marqués tiene sobre la gente. Tal es el grado de incomodidad, que el aire mismo parece volverse denso a su alrededor.
En medio de este panorama tenso, Leonardo, conocedor de las complejidades que rodean a su padre, parece ser el único capaz de advertir sobre los riesgos que involucra la presencia del marqués. Con una sinceridad directa, aconseja a Bárbara mantenerse alejada, un consejo que resuena con significado ante los rumores que han afectado a la familia en el pasado.
Bárbara no puede evitar sentir un miedo creciente, especialmente cuando la mirada del marqués se posa sobre ella, evaluándola. Pareciera que don Hernando conoce secretos que ella esperaba mantener ocultos. Lo más inquietante de todo es el silencio de Leonardo, quien guarda silencio sobre ciertos aspectos de su historia que, de ser revelados, podrían cambiar drásticamente el curso de los acontecimientos.
La historia de Valle Salvaje se ve salpicada por rumores de violencia y traiciones que en su momento alejaron a Leonardo de su familia, y ahora, con el regreso de don Hernando, se teme que el pasado resurja con consecuencias incalculables. ¿Qué busca realmente el marqués en Valle Salvaje? ¿Una reconciliación con su hijo, o quizás reclamar algo que considera suyo? La respuesta a estas preguntas podría alterar de manera definitiva el equilibrio de este apacible lugar.
Valle Salvaje se encuentra así en un momento crítico, con la llegada de Don Hernando generando un torbellino de sospechas y misterios por resolver. La comunidad debe enfrentarse a la posibilidad de secretos largamente guardados saliendo a la luz, en una historia donde el valor de la verdad y las consecuencias de las acciones pasadas se entrelazan inextricablemente.