Balance del Año Cinegético 2024 en Castilla-La Mancha
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha presentado un análisis exhaustivo sobre el año cinegético 2024, subrayando la relevancia de la caza en la región y los retos que enfrenta para asegurar su sostenibilidad en el futuro. Este balance resalta no solo los logros alcanzados, sino también las preocupaciones que deben ser atendidas para garantizar una caza responsable y regulada.
Uno de los puntos destacados del informe es la implementación del Decreto de Comarcas de Emergencia Cinegética, publicado en marzo, que afecta a varios términos municipales por daños ocasionados por la sobreabundancia de conejos. Si bien esta medida busca regular la caza de los mismos, la Federación ha expresado su preocupación por la situación de las poblaciones de perdiz roja, que se ven amenazadas al no poder controlar a los depredadores como el zorro en períodos cruciales de reproducción. La continuidad de esta medida ha generado temores sobre una posible disminución irreversible de estas aves, lo que podría llevar a la necesidad de costosos y complejos proyectos de recuperación en el futuro.
En cuanto a la legislación, el mismo mes se modificó la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, permitiendo a los cazadores ejercer su derecho de caza en caminos y senderos públicos, una adaptación que la Federación considera positiva y esperada. Sin embargo, la burocracia en la aplicación de esta norma sigue siendo un obstáculo que esperan se resuelva pronto.
La nueva Orden de Vedas, publicada en junio, introdujo restricciones en el control de depredadores y amplió los periodos de caza para determinadas especies. La Federación ha señalado la necesidad de un seguimiento cuidadoso para evitar desequilibrios en las poblaciones de especies como el corzo.
En el ámbito medioambiental, se ha solicitado una moratoria para la utilización de munición libre de plomo, que entraría en vigor en marzo de 2025. Se considera necesaria para asegurar la transición hacia alternativas más seguras y sostenibles.
Otro tema controvertido es la posible legalización de silenciadores en rifles de caza mayor, sobre la cual la Federación se opone firmemente, argumentando que podría facilitar la caza furtiva y poner en riesgo a las especies cinegéticas.
A pesar de los desafíos, la Federación celebró la recuperación del lince ibérico como un gran éxito, en gran parte gracias a la gestión en los cotos de caza. Sin embargo, subrayaron la importancia de seguir vigilando la interacción entre esta especie y las poblaciones de perdiz y conejo.
Hacia el final del año, la Federación ha manifestado su preocupación por el lento avance del "Pacto por la Caza en Castilla-La Mancha", un acuerdo firmado por todos los partidos políticos, que incluye medidas urgentes para preservar la caza menor, gravemente afectada por la expansión de la caza mayor.
Asimismo, se reconoció la importancia de los cursos para obtener licencias de caza y títulos de vigilante de coto, que fomentan la inclusión de jóvenes en el sector. Proyectos como Coturnix, Zorzal y Observatorio Cinegético han mostrado resultados positivos en la caza sostenible de especies migratorias.
La creación del Centro Internacional de Gastronomía Cinegética en Almagro ha sido otro de los grandes pasos para potenciar la carne de caza, un producto que se espera atraiga mayor atención.
Finalmente, la Federación ha hecho un llamado a la prudencia en la práctica de la caza, recordando que dos accidentes mortales en la montería ocurrieron recientemente, instando a todos los cazadores a seguir estrictamente las normas de seguridad para evitar tragedias.
Con 14,600 federados y la gestión de tres millones de hectáreas en la región, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha está comprometida con la sostenibilidad y la mejor práctica en la actividad cinegética, buscando proteger tanto la fauna como a los cazadores.
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