En un nuevo giro dentro de la esfera del fútbol femenino español, la denuncia interpuesta por Verónica Boquete y Jenni Hermoso, destacadas figuras de la Selección Española, contra Alvise Pérez ha sido archivada. Las jugadoras acusaron a Pérez de haber filtrado vídeos en los que aparecían reaccionando de manera despreocupada a un beso de Luis Rubiales, el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, solicitándole incluso «un pico» de forma juguetona.
La controversia surgió cuando Pérez, asociado con SALF, difundió a través de redes sociales unos vídeos que presuntamente habían sido extraídos de los teléfonos móviles de algunas futbolistas. Según alegó, tanto el Gobierno como los medios y las propias jugadoras habían ocultado el contenido hasta su intervención, lo que llevó a la suspensión de su cuenta de Twitter por difundir material privado.
Esta filtración provocó una notable repercusión internacional, alterando la opinión pública sobre las jugadoras y desencadenando un amplio debate sobre la privacidad, la ética en la divulgación de información y el manejo de datos sensibles por las plataformas digitales y los medios de comunicación.
Ante la situación, Alvise Pérez mantuvo una postura desafiante, expresando que «La verdad nos hará libres», lo que intensificó el debate sobre las implicaciones de sus acciones en la percepción pública y en la propia imagen de las futbolistas.
El desenlace judicial de este caso marcó un antes y un después en este polémico episodio. Las autoridades concluyeron que no había pruebas suficientes para avanzar con la denuncia por hackeo y exposición ilegal, dejando muchas preguntas en el aire respecto a cómo se accedió y se difundieron los vídeos, así como las lecciones aprendidas para prevenir futuros incidentes similares.
Este caso subraya la delicada balanza entre la privacidad individual y la libertad de expresión en la era digital, planteando cuestiones profundas sobre los límites de la divulgación de información personal y la responsabilidad de los medios y plataformas digitales en la gestión de contenido sensible.
Pese a que la denuncia ha sido archivada, el debate generado en torno a la privacidad, la ética y la difusión de información persiste, reflejando los complejos desafíos que la sociedad moderna enfrenta en relación con la tecnología, los derechos individuales y la moral colectiva en el entorno digital. Este episodio deja una huella indeleble en el fútbol femenino español, invitando a una reflexión más profunda sobre estos temas cruciales en años venideros.
