La Costa del Sol ha alcanzado un hito en la industria turística durante 2024, consolidándose como un destino de renombre internacional y un modelo a seguir en el desarrollo sostenible del turismo. Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, ha declarado que este año ha sido el mejor en la historia del turismo en la región, marcando un cambio significativo en la manera de abordar esta actividad económica.
Esta evolución se ha centrado en transformar no solo la cantidad de visitantes, sino en priorizar la calidad de la experiencia turística. Gracias a esta estrategia, la Costa del Sol ha logrado superar la dependencia de la estacionalidad, lo que se refleja en un aumento de ingresos del 10,9%, alcanzando los 21.223 millones de euros, mientras que el incremento en el número de visitantes fue más modesto, con un 3,17%.
Salado ha defendido firmemente el papel del turismo en la economía local, desestimulando críticas que vinculan su crecimiento con la crisis de vivienda para los jóvenes. En lugar de ello, ha planteado que factores como las políticas públicas y la inseguridad jurídica son las causas reales de esta problemática, subrayando la importancia del turismo como motor de desarrollo en Andalucía y en el país.
Los datos indican que esta nueva fase del turismo en la Costa del Sol se traduce en una mejor rentabilidad para el sector, así como en un incremento del 7% en el empleo, sumando un total de 137.408 trabajadores. Además, el perfil del turista ha cambiado, con un aumento en el gasto y una preferencia por estancias que generan más beneficios para el destino.
El atractivo de la región ha crecido entre los turistas internacionales, especialmente de mercados como el Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Irlanda y Estados Unidos, todos mostrando un notable incremento en comparación con años anteriores.
Sin embargo, a pesar de estos logros, Salado ha advertido sobre los desafíos futuros, enfatizando la necesidad de fortalecer un modelo turístico que continúe priorizando la calidad para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento económico a largo plazo. La Costa del Sol ha demostrado su capacidad no solo para recuperarse de adversidades como la pandemia y el Brexit, sino también para establecerse como un referente mundial en la promoción de un turismo más equilibrado, sostenible y rentable, construyendo así un futuro prometedor para la industria.
