La reciente transformación del conocido programa de la televisión española, «La familia de la tele», ha desencadenado una serie de opiniones divididas tras los ajustes aplicados por los responsables del formato, La Osa Producciones junto a Televisión Española. Los cambios, pensados como un antídoto contra las primeras críticas y una audiencia inicial no tan alta como se esperaba, han conllevado una reducción de su duración a 70 minutos, ocupando ahora el espacio televisivo desde las 15:50 hasta las 17:00 horas aproximadamente.
En un intento por proporcionar una atmósfera más tranquila y seria, el espacio televisivo ha prescindido de la interacción habitual con colaboradores en directo. En su lugar, ha optado por un enfoque que prioriza la transmisión de videos y conexiones en vivo, con María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua como conductores de esta nueva etapa. Este viraje ha traído consigo un ritmo más pausado y un tono más formal durante las tardes en La 1, marcando una notable diferencia respecto a su concepción original.
Sin embargo, la reacción del público no ha sido particularmente positiva, especialmente entre aquellas personas acostumbradas a la dinámica y el entretenimiento de programas del corte de «Sálvame» o «Ni que fuéramos». Lo que se buscaba era una oferta que mantuviera el dinamismo y la diversión, y la nueva propuesta ha parecido no estar a la altura de estas expectativas. A través de las redes sociales, especialmente en Twitter donde la etiqueta oficial del programa ha tenido una significativa actividad, ha quedado patente la insatisfacción del público. Descripciones como «infumable» han surgido entre las opiniones, criticando principalmente la ausencia de colaboradores en el plató, la dependencia excesiva de contenido audiovisual y una estructura que muchos han encontrado aburrida.
Esta oleada de críticas sugiere una clara discrepancia entre lo que la audiencia esperaba y lo que el programa remozado ofrece. Aspectos tales como el formato de presentación, el uso excesivo de videos y la falta de dinamismo y entretenimiento han sido los puntos más criticados.
A pesar de que las modificaciones fueron introducidas con la intención de revitalizar «La familia de la tele», y adecuarlo de mejor manera a las preferencias actuales del público, los resultados hasta el momento parecen haber distanciado a un sector de su audiencia. La evaluación definitiva de esta nueva fase y su impacto en los espectadores estará sujeta a las cifras de audiencia y las reacciones del público en los días venideros.