El conocido colaborador y presentador Kiko Hernández se encuentra en una lucha desafiante por la supervivencia de su negocio, el local de fiestas El cielo, situado en Melilla. En un acto de protesta impactante, Hernández ha llevado a cabo una huelga de hambre que ya supera las 72 horas. A través de una conexión en vivo con el programa «No somos nadie», expresó con emoción y determinación su compromiso con la causa: «Voy a estar aquí hasta el final… pero de aquí no me voy a mover», remarcó, incluso después de haber sido hospitalizado junto a su pareja, Fran Antón, por problemas de salud derivados de la huelga.
La pareja enfrentó serias complicaciones de salud, incluyendo deshidratación e hipoglucemia en el caso de Hernández, y problemas renales para Antón, lo que los llevó a recibir atención médica urgente. La decisión de Hernández de continuar con la huelga, incluso en solitario, subraya la profundidad de su desesperación y compromiso.
El origen de este conflicto radica en el cierre de su local, una medida que Hernández atribuye a las maniobras de un grupo de inversión mexicano y a lo que él describe como mentiras y atrocidades relacionadas con la gestión del puerto deportivo, donde se ubica El cielo. La frustración de Hernández se exacerbó tras el comunicado de la autoridad portuaria de Melilla, que alega la falta de autorización legal de Hernández y su pareja para operar su negocio.
Rechazando enfáticamente estas acusaciones, Hernández defendió la legalidad de su operación, enfatizando la importancia de su local no solo como un espacio para eventos, sino como un pilar para la comunidad local, especialmente durante las festividades navideñas. La respuesta de las autoridades, señaló, carece de humanidad y comprensión hacia las personas afectadas por esta situación.
El emotivo mensaje de Hernández concluyó con un agradecimiento a quienes le han apoyado en estos momentos difíciles. A pesar de los riesgos para su salud, su firmeza en la lucha por su pasión y su comunidad es evidente, mostrando la profundidad del lazo que lo une a su causa y los desafíos que está dispuesto a enfrentar en su nombre.
