Esta tarde, en la emisión de «Ni que fuéramos», se ha anunciado con entusiasmo la llegada de la tercera temporada del programa «Bake off: famosos al horno». Esta competencia culinaria, que se ha ganado el corazón de la audiencia de Televisión Española, vuelve a sorprender con la participación de reconocidas celebridades como Yurena, Nagore Robles, Cristina Tárrega, Víctor Sandoval e Isabel Gemio, quienes ya están manos a la obra en las cocinas del show.
La presentadora del programa, Paula Vázquez, ha compartido recientemente su opinión sobre los participantes de esta nueva temporada, destacando a Isabel Gemio por su carisma y buena energía, lo cual ha sido muy bien recibido por el equipo de producción. Sin embargo, estas declaraciones no han sido recibidas de igual manera en todos los ámbitos, encontrando críticas y comentarios de figuras como María Patiño y Kiko Hernández.
Por su parte, María Patiño ha expresado su sorpresa y escepticismo ante el elogio hacia Gemio, poniendo en duda su cambio de actitud. Kiko Hernández, en un tono más crítico, ha recordado una experiencia personal con Gemio, mencionando un enfrentamiento legal que tuvieron y que, según él, muestra una negligencia por parte de Gemio debido a su ausencia en el juicio por estar grabando «Bake off: famosos al horno». Hernández ha manifestado su frustración, especialmente al referirse a cómo este incidente contribuye a la sobrecarga del sistema judicial, con su juicio pospuesto ahora hasta 2026.
Isabel Gemio, famosa por su papel en «¡Sorpresa, sorpresa!», ha mantenido relaciones tensas con figuras de la prensa del corazón, incluidos los colaboradores del desaparecido programa «Sálvame», con enfrentamientos que datan de 2021. Esta situación subraya la complejidad de las relaciones en el entorno de la televisión española y plantea expectativas sobre cómo estos vínculos impactarán en el desarrollo de «Bake off: famosos al horno».
El programa no solo promete entretenimiento culinario, sino que se ha convertido en un punto de convergencia entre personalidades del espectáculo, la televisión y conflictos legales que van más allá de los fogones, manteniendo así a la audiencia en vilo no solo por las creaciones culinarias sino por el desarrollo de estas intrigantes dinámicas personales.