En un escenario político europeo cada vez más complejo y polarizado, la carrera hacia las elecciones europeas se tensa con la aparición de figuras controversiales y la reconfiguración de alianzas entre partidos. En este contexto, la irrupción de Javier Milei ha sacudido el tablero electoral, provocando reacciones mixtas y una inesperada crisis diplomática entre España y Argentina, evidenciando la creciente influencia de las tensiones políticas transnacionales.
Por otro lado, Dolors Montserrat del Partido Popular (PP) se alista para entrar en liza, preparada para navegar y defender las posturas de su partido en un ambiente político que se presenta cada vez más competitivo y fragmentado. En este complejo panorama, otra figura prominente que se alza es Jorge Buxadé Villalba, el candidato de Vox para las próximas elecciones europeas.
Nacido en Barcelona el 16 de junio de 1975, Buxadé ha forjado una carrera notable que abarca tanto la esfera legal como la académica. Con una licenciatura en Derecho por la Universidad Abad Oliva CEU obtenida en 1999, Buxadé ingresó al Cuerpo de Abogados del Estado, destacándose rápidamente, especialmente por su trabajo asignado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Uno de sus casos más destacados fue el recurso contra la consulta sobre la independencia de Cataluña en Arenys de Munt en 2009, demostrando su firme compromiso con la soberanía y la unidad nacional.
Además de su labor jurídica, Buxadé ha dejado huella en el ámbito académico, desempeñándose como profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Internacional de Cataluña y de Derecho Procesal Contencioso-Administrativo en el Máster en Acceso a la Abogacía de la Universidad Abad Oliva CEU. Esta dualidad en su carrera ha cimentado su reputación como un profundo conocedor del derecho y la política española.
Sin embargo, el recorrido político de Buxadé no ha estado libre de controversias. Antes de unirse a Vox en el 2015, su trayectoria política incluyó la militancia en partidos de ideología falangista durante la década de los 90, seguido por un periodo en el Partido Popular, relación de la cual se ha distanciado en tiempos recientes.
Desde su incorporación a Vox, ha experimentado un meteórico ascenso, siendo elegido diputado en el Parlamento Europeo en 2019 y más tarde, vicepresidente de Acción Política desde 2020. Su implicación en el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos resalta su dedicación a promover una agenda conservadora y reformista a nivel europeo.
La crítica de Vox al Partido Popular, en especial por su postura respecto a Javier Milei, junto al llamado a desmarcarse de las alianzas con los socialistas en Europa, apunta a un endurecimiento de las líneas ideológicas. Estos desarrollos sugieren que las elecciones europeas de 2024 estarán marcadas por divisiones profundas y debates intensos sobre el rumbo que debería tomar Europa, preparando el escenario para una carrera electoral llena de desafíos y alianzas inesperadas.
