En la última entrega de ‘MasterChef 12’, los nervios y la competencia fueron más intensos que nunca. Los participantes, en su búsqueda por un ansiado lugar en la semifinal, tuvieron que enfrentarse a pruebas que pusieron a prueba no solo su talento culinario sino también su capacidad para mantener la compostura bajo presión. Fue en este ambiente lleno de desafíos donde Ángela, una de las concursantes más esforzadas del programa, vivió uno de los momentos más complicados de la competición, especialmente durante un intercambio con Jordi Cruz, chef y jurado del certamen.
La primera prueba de la noche obligó a los aspirantes a replicar fielmente platos de renombrados chefs. Para esta tarea, el programa trajo de vuelta a exparticipantes de versiones anteriores de ‘MasterChef Celebrity’, como Mario Vaquerizo, María Escoté, Javier Del Tell y María Zurita, con el objetivo de prestar apoyo en los momentos más críticos. En particular, fue María Zurita, quien en la recta final de la prueba, ayudó a Ángela con la elaboración de un delicado plato de cangrejo de río.
Sin embargo, un momento de concentración de Ángela fue malinterpretado por Jordi Cruz, quien consideró que la concursante mostró una actitud de suficiencia y arrogancia. Cruz relató que Ángela parecía transmitir un mensaje de tranquilidad en los últimos minutos de la prueba, lo cual él interpretó como falta de humildad. La reacción de Ángela ante esta acusación fue de visible conmoción y tristeza. Entre lágrimas, la concursante se defendió, asegurando que en ningún momento quiso proyectar esa imagen, argumentando lo duro que le resulta enfrentarse a este tipo de críticas cuando su única intención es dar lo mejor de sí misma.
Este incidente pone de manifiesto la presión y el estrés a los que están sometidos los participantes en este tipo de competencias televisivas. A pesar del malentendido, Ángela intentó ver el lado positivo de la situación, mencionando la importancia de aprender a reírse de las adversidades para no dejarse vencer por la tristeza.
El incidente entre Ángela y Jordi Cruz destaca la complejidad y los desafíos emocionales de participar en un programa como ‘MasterChef’. La capacidad para gestionar adecuadamente las emociones y los malentendidos puede ser tan determinante como el talento culinario en sí. Con el programa avanzando hacia su fase final, tanto participantes como audiencia se mantienen en vilo esperando descubrir quién logrará destacar no solo por su habilidad en la cocina, sino también por su fortaleza emocional.
