En la última emisión del programa «Vamos a ver» en Telecinco, los espectadores fueron testigos de un acalorado enfrentamiento entre Isabel Rábago y Alessandro Lequio, generado por unas declaraciones previas de Bárbara Rey en la misma cadena. El ambiente se tensó hasta el punto de necesitar la intervención de Joaquín Prat para apaciguar los ánimos.
El desacuerdo surgió cuando Rábago salió en defensa de Bárbara Rey, de quien es amiga, criticando la idea de que una relación íntima pueda ser compensada con dinero como si fuera un simple trato financiero. «Después de tanto tiempo, entenderás que puede doler que, tras una relación con tu amante, este te deje dinero en la mesa como si no hubiera un vínculo previo», argumentó Rábago.
Lequio, claramente inquieto por estas declaraciones, respondió con vehemencia, sosteniendo que nadie obligó a la vedette a aceptar dinero o a involucrarse de ninguna manera. «Ella era quien constantemente pedía dinero y nadie le forzó a nada, ni a tener relaciones, ni a aceptar dinero. No desvíes la conversación con esos argumentos», recriminó a Rábago, quien mantuvo su posición frente a los comentarios de su colega.
La situación escaló cuando Lequio, perdiendo la compostura, acusó a Rábago de presentarse como una víctima y calificó su defensa de Bárbara Rey como ridícula. Rábago, evitando profundizar en el conflicto, respondió con ironía a las críticas continuas de Lequio.
Fue en este punto cuando Joaquín Prat tuvo que mediar, señalando la importancia de mantener el respeto y la mesura en el debate, sugiriendo que incluso la propia Bárbara Rey podría estar disfrutando del intercambio desde su casa.
El enfrentamiento concluyó con una intervención de Prat, quien resaltó la innecesidad de recurrir a la descalificación personal cuando faltan argumentos sólidos. Este incidente pone de manifiesto la dinámica compleja y a menudo tensa que se vive en los platós de televisión, especialmente cuando se entrelazan las opiniones personales y las emociones.
