El mundillo del culturismo ha sido testigo de un cambio sorprendente que ha captado la atención de aficionados y profesionales. Joan Pradells, un destacado culturista español, ha decidido dar un giro a su régimen alimenticio, una movida que ha resonado fuertemente en la comunidad deportiva. Durante su reciente participación en el programa ‘La Revuelta’, Pradells reveló su decisión de eliminar la carne de potro de su dieta, una base nutricional que había mantenido desde los 15 años, optando ahora por incorporar otras fuentes de proteínas como la ternera, el salmón y el pollo.
Este cambio, según Pradells, busca romper la monotonía en su alimentación y continuar optimizando su desempeño físico. Con un peso de 130 kilos y una ingesta de aproximadamente 4.300 calorías diarias, distribuidas en seis comidas, el culturista enfatiza la relevancia de mantener una dieta equilibrada que respalde su masa muscular y su rendimiento en competencias.
El culturismo es un deporte notorio no solo por sus rigurosos entrenamientos sino también por la estricta disciplina nutricional que requieren sus atletas. En este entorno, la controversia sobre el uso de sustancias para mejorar el rendimiento y sus posibles efectos adversos, como la ginecomastia, plantea desafíos adicionales y presiones por mantener un físico excepcional, llevando a algunos a asumir riesgos significativos con su salud.
La decisión de Pradells y su voluntad de compartir su experiencia de manera pública han generado amplio interés. Demostrando un compromiso loable con su salud y su desempeño deportivo, también ha resaltado la importancia de una nutrición balanceada en el alto rendimiento deportivo. Su participación en ‘La Revuelta’ no solo arrojó luz sobre la disciplina dietética de un culturista de élite, sino que también capturó la atención del público, impulsando altos índices de audiencia para el programa.
Este cambio en la dieta de Pradells alimenta el creciente debate sobre la nutrición en el culturismo, marcando la continua evolución hacia regímenes alimenticios más equilibrados y saludables. Este giro en la alimentación refleja un cambio cultural dentro del deporte hacia una perspectiva más holística de la salud y el bienestar de los atletas, subrayando la importancia de adaptarse y explorar nuevas vías para el cuidado personal y profesional en el culturismo.