Jessica Bueno ha dado un paso significativo en su vida al mudarse de Bilbao a Los Molares, en Sevilla, en busca de estabilidad y mayor proximidad a su familia. Su nueva vivienda, una elegante casa de dos plantas, refleja su gusto por la decoración moderna y minimalista, donde predominan los tonos neutros y el blanco.
El interior de su hogar se caracteriza por un salón espacioso y luminoso, adornado con muebles de diseño limpio que aportan una estética armónica. Las amplias habitaciones incluyen un vestidor bien organizado y baños que cuentan con acabados de mármol y detalles dorados, lo que añade un toque de lujo y sofisticación al ambiente.
Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de la casa es su exterior. Un área al aire libre que presenta una piscina moderna, un porche equipado con mobiliario acogedor y una zona chill out perfecta para la relajación. Este entorno se ha convertido en un refugio para Jessica y sus hijos, quienes disfrutan de un estilo de vida más sosegado tras varios años de constantes cambios.
La mudanza a Sevilla también marca un nuevo capítulo en su vida personal, ya que se inició una relación con Luitingo, de la cual, sin embargo, se ha hecho pública su reciente separación. Esta situación ha suscitado especulaciones sobre cómo podría afectar su vida y su enfoque hacia el futuro.
A pesar de los altibajos emocionales, Jessica ha manifestado su determinación de avanzar con optimismo. La madre enfocada en el bienestar de sus hijos también está dispuesta a dedicarse a nuevos proyectos, tanto personales como profesionales, revelando su resiliencia y ganas de continuar construyendo un futuro prometedor.