En un emotivo encuentro televisivo que ha capturado la atención y la empatía del público, Jessica Bueno compartió un conmovedor testimonio sobre su difícil experiencia personal y legal con su expareja, el exfutbolista Jota Peleteiro. Durante su aparición en el programa «¡De viernes!» la noche del 6 de diciembre, la exconcursante de «Gran Hermano VIP» abrió su corazón para hablar sobre los desafíos que ha enfrentado, no solo a nivel emocional sino también en su papel de madre luchando por el bienestar de sus hijos.
Jessica detalló un periodo especialmente turbulento tras su salida de «GH VIP», marcado por la indiferencia de Peleteiro hacia sus hijos. Esta difícil situación la llevó a tomar la decisión de dejar Bilbao y volver a Sevilla, en busca de un ambiente más cálido y estable para criar a su familia. La modelo y presentadora habló con sinceridad sobre la falta de apoyo de su exmarido, incluso en aspectos tan fundamentales como la contribución económica para el alquiler y otros gastos importantes, resaltando la frialdad y el incumplimiento de acuerdos por parte de Peleteiro.
Un momento crítico en su narración fue el descubrimiento de mensajes íntimos entre Peleteiro y la nueva directora de su empresa, lo que exacerbó la crisis emocional que Jessica estaba experimentando. Describió un acto desesperado de tomar pastillas como un intento de «desconectar» de una realidad abrumadora y dolorosa, aclarando que no fue un intento de suicidio sino una búsqueda de alivio temporal de su sufrimiento.
A pesar de las adversidades, Bueno ha demostrado una fortaleza admirable al superar estos momentos oscuros de su vida. Su historia ha generado una gran ola de apoyo y solidaridad, poniendo de relieve las complejas batallas personales que con frecuencia enfrentan las figuras públicas lejos de los reflectores. La valiente divulgación de su historia por parte de Jessica Bueno no solo sirve como un testimonio de su resistencia personal sino que también fomenta un diálogo necesario sobre la importancia de ofrecer apoyo emocional, respeto y comprensión dentro de relaciones afectadas por separaciones, así como la urgencia de atender la salud mental de quienes viven bajo la constante observación del público.