Este mediodía, el encantador espacio televisivo D Corazón abrió sus puertas a la inigualable Paz Padilla, quien, con una sonrisa que ya es su sello, se dispuso a compartir detalles sobre su más reciente proyecto cinematográfico, Cuerpos locos. La película, que verá la luz el próximo 31 de octubre, promete arrancar carcajadas y forjar recuerdos inolvidables en espectadores de todas las edades. En esta nueva entrega, Padilla asume el reto de dar vida a una trama insólita donde su personaje experimenta un cambio de cuerpo con una niña de diez años, sumergiéndose en un inusual viaje para retomar su verdadera identidad.
La preparación para este papel fue un viaje en sí mismo para Padilla, quien exploró profundamente la psicología infantil para entregar una actuación que oscila magistralmente entre lo hilarante y lo entrañable. Este meticuloso proceso refleja no solo su compromiso con el arte de actuar sino también su habilidad para sumergirse en las capas más complejas de sus personajes.
Durante la amena charla, el anfitrión del programa, Javier de Hoyos, aprovechó la ocasión para viajar por el túnel del tiempo, recordando la serie Ala… Dina, que sirvió como trampolín hacia la fama para Padilla hace ya un cuarto de siglo. Aunque el momento buscaba celebrar su rica trayectoria, Paz, siempre fiel a su espíritu jovial, lo convirtió en una oportunidad para invocar risas, evocando una anécdota con Loles León sobre los inevitables signos del tiempo.
La conversación no se detuvo en sus logros profesionales; también tocó los acordes más personales y emotivos de su vida. Los relatos sobre los momentos más significativos, como la inminente boda de su hija y la dolorosa pérdida de su esposo, revelan la fortaleza y resiliencia que Padilla ha forjado a través de las pruebas de la vida. Estas experiencias, narradas con una sinceridad que conmueve, dibujan el perfil de una mujer que, a pesar de los embates del destino, sigue adelante con una sonrisa.
Paz Padilla, más allá de ser una actriz, se ha convertido en un símbolo de alegría y perseverancia. Su regreso al cine con Cuerpos locos no es solo una celebración de su talento, sino también de su espíritu indomable. En D Corazón, quedó claro que el humor y la capacidad de reír ante la adversidad son, quizás, las más valiosas lecciones que Padilla nos ofrece, en una carrera marcada tanto por las carcajadas como por las lágrimas.
Así, en un ambiente que osciló entre el humor y la emoción, Paz Padilla nos invita a ser parte de su nueva aventura en la gran pantalla, no solo como espectadores de su arte, sino también como testigos de una vida vivida con autenticidad y coraje. Con cada risa y cada lágrima compartida, nos recuerda que la vida, con su amalgama de alegrías y tristezas, es una historia digna de ser contada.


