Un movimiento ciudadano ha irrumpido en la escena política de España con la presentación de un innovador contrato electoral que busca transformar radicalmente la gobernanza del país. La organización Iustitia Europa (IE) ha hecho una clara apuesta por el cambio, posicionándose como una opción tangible frente al marco constitutional establecido en 1978. Este contrato, que incluye quince puntos medulares, se enfoca en reformas esenciales que van desde la modificación de la Constitución hasta la eliminación de la influencia partidista en el Estado, además de intensificar la lucha contra la corrupción y reformular el enfoque económico nacional.
En un evento celebrado en Madrid, el presidente de IE, Luis María Pardo, pronunció un apasionado discurso subrayando la necesidad de priorizar los intereses de los ciudadanos por encima de cualquier ideología política. Propone un modelo de participación activa donde diversas organizaciones —incluidas asociaciones y partidos— puedan influir en los procesos judiciales que afectan a la sociedad. Este enfoque busca ser una barrera efectiva contra la corrupción, además de abogar por una reforma del artículo 125 de la Constitución, que regula la acción popular en el ámbito judicial.
La crítica de IE no se limita al sistema político y jurídico; también se extiende a las políticas de salud, donde pide un sistema que respete la libertad de elección de los ciudadanos. Además, la organización defiende una visión de soberanía nacional que se alinea con la paz y la neutralidad del país, distanciándose de compromisos que puedan comprometer estos valores.
En el ámbito medioambiental, el movimiento se opone a las políticas actuales en el marco de la Agenda 2030, abogando por una revisión radical de estas estrategias. También reclama un control más rígido sobre la inmigración y propone cambios en la legislación que afecta a la Guardia Civil, argumentando la necesidad de desmilitarizar este cuerpo de seguridad.
Iustitia Europa presenta así un desafío directo no solo al entorno político de España, sino a varios de los fundamentos que lo han regido durante años. Con su contrato electoral, IE busca provocar una discusión nacional sobre el rumbo futuro del país, invitando a una reflexión conjunta sobre el verdadero significado de gobernar y ser gobernado en la España actual. Este llamado a la acción refleja un descontento profundo con el estado actual de las cosas y podría presagiar un cambio significativo en el panorama político nacional, cuyas repercusiones se podrían sentir a lo largo de generaciones.