Las filtraciones y fenómenos climáticos extremos se perfilan como las principales amenazas para los hogares en España. Estos problemas, a menudo subestimados, implican riesgos financieros significativos. Expertos en seguridad destacan que una combinación de planificación adecuada y tecnología avanzada puede mitigar estos riesgos más allá de las grandes riadas.
Un informe reciente de la Fundación Aon señala las inundaciones como el «enemigo silencioso» más preocupante para la seguridad patrimonial en el país. Los daños causados por el agua representan un 80% de las indemnizaciones por catástrofes naturales, evidenciando una creciente vulnerabilidad en hogares, comercios e industrias. Durante 2022, los desastres naturales en España generaron un coste asegurado de 2,449 millones de euros, con las viviendas soportando el 44% de estos costes.
Además de los desastres meteorológicos, riesgos cotidianos como fugas y fallos en instalaciones domésticas también juegan un papel crítico. Un pequeño metro de agua puede causar daños estructurales severos, mientras que incluso una pequeña fuga puede devastar muebles, provocar cortocircuitos o dañar dispositivos electrónicos, generando gastos de miles de euros.
Frente a esta situación, los propietarios deben adoptar medidas proactivas para proteger sus bienes. Los especialistas recomiendan acciones prácticas que pueden marcar la diferencia entre una molestia menor y un desastre financiero. Entre estas medidas se incluyen revisar la póliza de seguro, mantener un inventario fotográfico actualizado y vigilar áreas críticas como tuberías y desagües. También es esencial mantener los sistemas de drenaje operativos, incorporar tecnología avanzada de detección de inundaciones y establecer un plan de actuación que detalle llaves de paso y contactos de emergencia.
La creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y la vulnerabilidad de las infraestructuras han intensificado la necesidad de un enfoque preventivo. «En ADT, nuestra misión es ofrecer tranquilidad total. La detección temprana de problemas relacionados con el agua es crucial para evitar grandes pérdidas económicas», afirma José González Osma, director general de ADT. La empresa aboga por el uso de detectores de inundación de fácil instalación, que conectados a sistemas de alarma, pueden alertar tanto a propietarios como a la Central Receptora de Alarmas, permitiendo una reacción rápida ante cualquier eventualidad.

