Una potente vaguada ha desatado tormentas sin precedentes en la meseta norte, poniendo en alerta a la mitad de España. Valladolid fue la más afectada, con un episodio meteorológico que dejó calles convertidas en ríos en cuestión de minutos. Este martes, fuertes lluvias cayeron sobre la ciudad, haciendo que, en tan solo 30 minutos, se acumularan 16 litros de agua por metro cuadrado. Resultados visibles fueron las inundaciones de garajes, túneles y el colapso del tranvía, mientras que el servicio de emergencias recibió más de 200 llamadas.
El temporal comenzó alrededor de las 18:50 horas, cuando un cielo ya preñado de truenos se transformó en un torrente imparable. Las imágenes de la devastación mostraron contenedores arrastrados por la furia del agua y comerciantes con sus negocios anegados. El exalcalde y actual ministro de Transportes, Óscar Puente, reflejó la magnitud del fenómeno en redes sociales, subrayando que nunca había visto algo similar en Valladolid.
Los efectos de la tormenta no se limitaron a la capital. El 112 de Castilla y León reportó 159 emergencias en un par de horas, extendiéndose a localidades como Mucientes y Tudela de Duero. La incapacidad del sistema de alcantarillado para gestionar la intensidad de la lluvia agravó la situación, afectando principalmente a las zonas más bajas.
Expertos meteorológicos han calificado esta inusual tormenta como una «supercélula anticiclónica», por su intensidad y características, generando granizo que alcanzó los cinco centímetros de diámetro. Mientras tanto, en el Pirineo aragonés, las intensas lluvias forzaron la evacuación de 30 personas en Besurta, aunque sin daños personales.
A medida que las redes sociales se llenan de imágenes de vehículos sumergidos y mobiliario urbano arrastrado por la corriente, los habitantes de Valladolid permanece atentos a la restitución de la normalidad, afectada por un evento climático que muchos ya consideran uno de los peores de las últimas décadas. La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activos los avisos de tormenta para numerosas comunidades, a medida que el país se prepara para posibles nuevos episodios de inclemencias.