Inés Hernand se ha alzado con el título de ganadora en la novena edición de «MasterChef Celebrity», convirtiéndose en un referente no solo por su pericia culinaria, sino también por su fuerte defensa de la libertad de expresión y su capacidad para sobreponerse a las adversidades. En una reciente conferencia de prensa en el Hotel NH Collection Madrid Eurobuilding, la jurista y creadora de contenido compartió sus reflexiones sobre la experiencia vivida en el programa, subrayando el papel crucial de la diversidad de opiniones y la expresión libre.
Lejos de tener un camino fácil, Hernand ha tenido que lidiar con la ola de críticas y los ataques personales, especialmente en las redes sociales, donde ha sido blanco de comentarios negativos e intimidaciones. Sin embargo, ha utilizado estos desafíos como una oportunidad para hablar de temas que resonaron con mucha gente, abogando por la empatía y el respeto mutuo a pesar de las discrepancias ideológicas.
Su lucha contra la negatividad en línea dejó en claro la importancia de cuidar la autoestima y la seguridad contra las amenazas virtuales. Aún así, Hernand se mostró agradecida por el trato justo y respetuoso recibido durante su tiempo en «MasterChef Celebrity 9», valorando la libertad con la que pudo expresarse y compartir su visión.
Con una trayectoria en el ámbito de la hostelería, Hernand defiende que, si bien la competición fue intensa, no superó la dureza de sus experiencias laborales anteriores, permitiéndole disfrutar de la experiencia sin perder su positividad. En cuanto a su futuro, aunque cautelosa con respecto a dedicarse de lleno a la cocina profesional, no cierra la puerta a nuevos proyectos, siempre y cuando le permitan seguir compartiendo sus valores e inquietudes.
Además, Inés Hernand no quiso pasar por alto el apoyo a su compañero Rubén Ochandiano, subrayando la importancia de mantener un entorno inclusivo y respetuoso. Su mensaje final no solo habla de su triunfo en el ámbito culinario, sino también de su compromiso con promover una cultura de apertura y mutuo respeto, tanto dentro como fuera de los fogones.