Este año, el mundo enfrenta un alarmante aumento en los casos de cólera, con un incremento del 13% en las infecciones y un 71% en las fatalidades, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta significativa escalada en los números refleja serios obstáculos en el acceso a atención médica adecuada y tratamientos en muchas áreas afectadas globalmente.
En un esfuerzo por contrarrestar este agravamiento de la crisis sanitaria, agravada por factores como conflictos armados, el cambio climático y una severa escasez de agua potable, la OMS ha hecho un llamado urgente para una financiación de 50 millones de dólares. El organismo internacional busca así combatir la diseminación del cólera, enfermedad que se ha ensañado particularmente en comunidades con infraestructura sanitaria deficiente y ha sido exacerbada por el desplazamiento forzoso de poblaciones.
A lo largo de 2023, se han reportado más de 535,000 casos de cólera y 4,000 muertes, cifras que superan significativamente las del año anterior, donde se registraron más de 472,000 casos y 2,350 fallecimientos. Esta creciente tendencia no solo refleja el aumento en los casos y muertes, sino también un cambio en la dinámica de la enfermedad, con reportes de «muertes comunitarias», es decir, fallecimientos que ocurren fuera del entorno hospitalario, en 45 países. Entre los más golpeados se hallan Afganistán, Haití y Etiopía, mientras que en contraposición, Oriente Medio y Asia han visto una disminución en los casos. En África, por otra parte, los contagios se han disparado en un 125%.
La propagación del cólera en áreas con sistemas de salud debilitados se conecta directamente con el desplazamiento forzado y la falta de recursos básicos como agua limpia y acceso a tratamientos médicos, incrementando el número de muertes comunitarias y poniendo en alerta a la comunidad internacional. La OMS señala la escasez de agua potable, el deterioro de los sistemas de saneamiento y el cambio climático como algunos de los principales detonantes de esta crisis, junto con los conflictos y desastres naturales que han desplazado a millones.
Frente a este desalentador panorama, la OMS insta a una acción inmediata para reforzar la infraestructura sanitaria, mejorar el acceso al agua potable y promover condiciones de saneamiento adecuadas en las áreas más golpeadas. La prioridad es reducir la mortalidad a través de la distribución de suministros médicos esenciales, incluyendo vacunas y tratamientos. La lucha contra el cólera en 2023 demanda una respuesta global coordinada y decidida para mitigar el impacto de esta enfermedad y abordar profundamente sus causas subyacentes.