Desde los rincones más profundos de la dedicación y el amor por la competencia, emerge la historia de Diego Aguado, un matemático madrileño cuya vida cambió de rumbo el 16 de octubre, cuando su destreza le concedió un bote de 70.000 euros en el emblemático concurso «Cifras y letras». Este no fue un logro cualquiera; se trató de un momento histórico en el programa, ya retransmitido desde enero de 2024 en La 2, donde Diego no solo se consagró como campeón sino también batió el récord de participaciones con 16 victorias consecutivas.

Aguado, cuyo rostro se ha vuelto familiar tras apariciones en otros programas como «Pasapalabra» y «Saber y ganar», añadió un capítulo dorado a su historia con este triunfo. Su relación con «Cifras y letras» trasciende la pantalla, pues desde pequeño había soñado con competir en él, un sueño que persistió a pesar de varios intentos fallidos en audiciones durante su juventud.

El desafío final, que le permitió alzar el gran premio, giró en torno al tema «Con aguja, hilo y dedal», donde Diego demostró no solo su habilidad con los números sino también con las palabras, identificando términos como «puntada» y «remendar». No obstante, fue la palabra «Pezuelo» la que, gracias al uso de un comodín, selló su victoria y le aseguró el premio.

La alegría y la emoción inundaron el plató al finalizar el concurso; competidores, así como los expertos del programa, David Calle y Elena Herraiz, no dudaron en celebrar junto a Diego, quien había logrado realizar su sueño largamente acariciado.

Además de su indiscutible talento en los concursos televisivos, Diego ha demostrado ser un competidor feroz en el mundo de los juegos de estrategia, como el ajedrez. Su habilidad para el cálculo mental compartida con su amor por los juegos de palabras, ha mostrado que detrás de su éxito se encuentra un constante esfuerzo y una dedicación sinigual.

Lejos de detenerse aquí, este matemático y consultor de videojuegos tiene planes de invertir parte de su ganancia en un proyecto editorial personal en el área de los juegos de mesa, llevando su pasión más allá de las pantallas a la realidad tangible.

La victoria de Diego Aguado en «Cifras y letras» no es solo un hito personal, sino un testimonio vibrante de cómo la pasión, combinada con la tenacidad, puede transformar los sueños más ambiciosos en una palpable realidad. Su historia inspira y nos recuerda que, independientemente de los desafíos, los límites están hechos para ser superados.