En una reciente aparición en el popular programa de televisión «El hormiguero», conducido por Pablo Motos en Antena 3, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ofreció una entrevista que transcurrió entre momentos de distensión y análisis político profundo. La noche del 27 de enero marcó la primera vez que García-Page se sentó en el programa, en un contexto político de alta tensión en España, particularmente en el Congreso de los Diputados debido a debates sobre el decreto ómnibus presentado por el gobierno de Pedro Sánchez.
En medio de la polémica por la demanda de PP, Vox y Junts de discutir las 80 medidas del decreto de manera individualizada, García-Page no se guardó opiniones sobre diversos temas, incluyendo su relación con el presidente del gobierno, la estrategia de pactos políticos del PSOE, y su visión general sobre la situación política del país.
El barón socialista criticó duramente el estado actual de la política, lamentando la prevalencia del «populismo y la demagogia barata» y denunciando la transformación del Congreso en un «show». Insistió en la importancia de la seriedad política y el cumplimiento de compromisos adquiridos.
Una parte significativa de la entrevista se centró en el sensible tema del pacto del PSOE con EH Bildu, destacando García-Page que, a pesar de las amarguras que estos acuerdos puedan generar, el fin de ETA debería ser celebrado como una victoria de la democracia. Además, instó a su partido a mantener una capacidad crítica para poder transformar la sociedad, subrayando la necesidad de autocrítica y búsqueda de soluciones reales.
García-Page también trató la gestión de la DANA, enfatizando en la importancia de aprender de los errores pasados tanto a nivel estatal como autonómico. Sobre el decreto ómnibus, remarcó la necesidad de diferenciar entre las medidas urgentes y las que no lo son, para facilitar su discusión y aprobación.
La visita de García-Page a «El hormiguero» se convirtió en una plataforma para compartir un punto de vista crítico sobre la política española actual, demostrando que incluso dentro de un mismo partido político, pueden existir discrepancias significativas. Su paso por el programa no solo sirvió para entretenimiento, sino también como un llamado a la política de compromiso y responsabilidad.