Un encuentro en el programa de televisión «First Dates» desencadenó una oleada de reacciones tras un desafortunado incidente protagonizado por dos de sus participantes. La emisión, que tuvo lugar el jueves 16 de enero, se convirtió en el escenario de un tenso intercambio entre Merys y Nacho, su cita asignada para la noche, cuya apariencia física fue motivo de comentarios críticos por parte de Merys desde el inicio de su encuentro.
La tensión se palpitaba en el ambiente cuando Merys, claramente descontenta, no tardó en expresar su desagrado hacia Nacho, incluso haciendo un desafortunado comentario sobre su peso. “¡Madre mía! ¿Qué me trajeron, un butano? No me gusta gordo”, exclamó, dirigiendo su frustración tanto hacia Nacho como al equipo de producción del programa. Además, bromeó sobre la posibilidad de darle “una paliza” a Carlos Sobera, el reconocido presentador de «First Dates».
Nacho, por su parte, se vio envuelto en una situación incómoda, intentando afrontar los comentarios de Merys con diplomacia, aunque reconoció ante las cámaras que veía muy poco probable que la cita tuviese un desenlace positivo. “Te noto un poco seria”, mencionó durante la cena, anticipando que el encuentro estaba lejos de ser lo que esperaba.
A lo largo de la velada, Merys continuó focalizando sus críticas en el aspecto físico de Nacho, sugiriendo entre líneas que debería reducir su ingesta de alimentos. Al momento de tomar una decisión final sobre la cita, Merys declaró sin rodeos que Nacho era “muy gordo” para ella, rechazándolo de manera definitiva.
No obstante, Nacho no dejó pasar la oportunidad de compartir su perspectiva, aunque su intento fue cortado por Merys, quien estimó su peso en alrededor de “cien kilos”. Manteniéndose sereno, Nacho destacó la importancia de no hacer juicios basados en la apariencia y compartió su desilusión sobre cómo se había desarrollado el encuentro. “Eso no tiene que ver nada. Los enfoques en la vida hay que hacerlos de otra manera muy diferente”, expresó.
El episodio se saldó sin el romance esperado, destacando como una cita llenada más de desencanto que de conexión emocional. El comportamiento de Merys y la reacción de Nacho ofrecen una lección sobre el impacto de las palabras y los prejuicios en la búsqueda del amor en tiempos de reality shows, subrayando la importancia del respeto y la tolerancia. Al finalizar el programa, Merys y Nacho se separaron sin mirarse, dejando tras de sí un capítulo memorable por las equivocadas razones.
