En un movimiento que ha despertado polémica, la asociación Hazte Oír ha levantado voces de alerta contra un nuevo tratado internacional propuesto por las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de hacer frente a la ciberdelincuencia. Según Hazte Oír, el borrador actual del tratado, en particular los artículos 14 y 15, representa un riesgo significativo para la protección de los menores en el escenario global, alegando que estos podrían facilitar la falta de persecución de actos de pederastia.
La organización, en su empeño por ser escuchada, ha solicitado participar en las deliberaciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, que este mes se centra en abordar dichas preocupaciones. Argumentan que el tratado, que se espera sea aprobado por la Asamblea General de la ONU, podría, de manera indirecta, no penalizar la producción y difusión de material pornográfico infantil creado mediante inteligencia artificial o por los propios menores.
Esta alarma se declara en un período en que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) ha dado la bienvenida a la aprobación del primer borrador del tratado como un avance en la batalla global contra la ciberdelincuencia. Sin embargo, para integrantes de Hazte Oír, como Nouna Lozano, superviviente de abuso sexual infantil y activista en la campaña, este tratado podría significar un paso atrás en lo que respecta a la seguridad en línea de los niños.
Hazte Oír ha dirigido su mensaje a figuras públicas y líderes internacionales tales como Elon Musk, Donald Trump, Eduardo Verástegui y Javier Milei, instándoles a usar su influencia para que se modifique el contenido del tratado en cuestión. La organización busca una movilización global para prevenir la ratificación de un documento que consideran pone en peligro la seguridad y el bienestar de los menores en el mundo digital.
Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír, ha expresado una crítica severa hacia la ONU, calificando como una «auténtica vergüenza» la propuesta de tratado por supuestamente facilitar la explotación de menores en lugar de garantizar su protección. Esta posición de Hazte Oír adiciona a otras críticas previas dirigidas a la ONU, evidenciando la tensión entre la organización activista y el organismo internacional.
Con el incremento de preocupaciones sobre la seguridad de los menores en el entorno digital, los desarrollos futuros en torno a este tratado y las respuestas a las inquietudes planteadas serán cruciales, y seguidos de cerca tanto por defensores de los derechos humanos como por la audiencia global.