En el vasto panorama de la televisión española, pocas series han dejado una huella tan indeleble como “7 Vidas”. Esta sitcom, que revolucionó el formato en España, no solo acumuló cientos de miles de seguidores gracias a su ingenioso guion y a su talentoso elenco, sino que también se convirtió en un punto de inflexión en la carrera de muchos de sus actores. Entre ellos, Santi Millán, cuyo papel como Sergio, el carismático frutero del barrio, le valió una fama sin precedentes. Sin embargo, detrás del aplauso y la celebridad, se esconden relatos de lucha y desencuentros con la fama que a menudo quedan a la sombra de los reflectores.
Es difícil imaginar que el personaje que tantas alegrías trajo al público pudiera convertirse en motivo de conflicto para el actor que le dio vida. Santi Millán confesó en una ocasión haber sentido un hastío tan grande hacia Sergio que “acabé hasta el gorro de él”. Lo que a simple vista podría parecer el sueño de cualquier actor, se tornó en un desafío constante para Millán, quien lidiaba no solo con la presión de mantener el carisma y la frescura que su personaje demandaba, sino también con la dificultad de no quedar encasillado en un solo registro interpretativo.
La llegada de Sergio a «7 Vidas» en el año 2002 marcó un antes y un después tanto para la serie como para la carrera de Millán. El frutero conquistó a España con su simpatía, sus líos amorosos y esa chispa única que Santi Millán supo imprimirle. Sergio se convirtió en sinónimo de éxito, catapultando a Millán a un estrellato que, con el tiempo, empezó a sentir como una jaula dorada.
Pese a la comodidad y seguridad que le brindaba el éxito de “7 Vidas”, Millán sintió la necesidad imperiosa de explorar nuevos horizontes y desafíos profesionales. Este deseo de crecimiento y de no quedar atrapado en la sombra de Sergio propició la decisión de abandonar la serie, una elección difícil pero necesaria para seguir evolucionando como actor. La ambición artística de Millán le motivó a buscar proyectos que le permitieran mostrar su versatilidad y profundizar en su oficio más allá de la comedia.
Lejos de desvanecerse tras su salida de “7 Vidas”, Santi Millán ha demostrado una admirable capacidad de reinventarse. Su carrera post-Sergio incluye una amplia gama de trabajos que van desde dramas intensos hasta programas de entretenimiento, consolidando su posición como uno de los actores más respetados y queridos del panorama español.
La historia de Santi Millán y su relación ambivalente con Sergio es un testimonio de la complejidad del éxito y de la constante búsqueda de autenticidad en el mundo del espectáculo. Su valentía al decir adiós a un personaje que lo catapultó a la fama, pero también limitaba su crecimiento artístico, abrió un abanico de oportunidades que ha sabido aprovechar sabiamente. A través de su trayectoria, Santi Millán nos recuerda la importancia de la evolución personal y profesional, incluso cuando ello implica dejar atrás el confort de lo conocido para aventurarse en lo desconocido.