Un reciente descubrimiento arqueológico en el Cerro del Tío Pimentón, en Jumilla, Murcia, ha revelado un notable conjunto de diez figuras de terracota que datan de hace aproximadamente 4.000 años, durante la Edad del Bronce. Este hallazgo, realizado por un equipo de arqueólogos en colaboración con la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico Jerónimo Molina, es considerado el más numeroso de su tipo documentado en la Península Ibérica.
Las excavaciones han sacado a la luz una estructura doméstica de 22 metros de longitud que se divide en dos áreas diferenciadas: una destinada al almacenamiento de cereales, donde se han encontrado varias vasijas en perfectas condiciones, y otra relacionada con la producción textil, evidenciada por la aparición de pesas de telar. El hallazgo de las figuras de terracota, ubicadas en una de las estancias más antiguas del yacimiento, ha sorprendido a los investigadores debido a su excelente estado de conservación y a la ausencia de paralelismos en el registro arqueológico ibérico de la época.
Los arqueólogos están actualmente analizando las piezas, las cuales podrían ofrecer datos inéditos sobre los usos simbólicos o rituales que tenían en la vida cotidiana de las comunidades de aquel tiempo. Este trabajo ha sido financiado en parte por Bodegas Juan Gil, que ha investido 12,000 euros en la campaña, que además incluyó tareas de limpieza y documentación del sitio.
Autoridades locales, como la concejal de Cultura Asunción Navarro, han resaltado la relevancia de este descubrimiento no solo para la comprensión histórica de la región, sino también como un recurso turístico que podría atraer visitas. Jumilla, con su abundante patrimonio arqueológico, es vista como un lugar que merece ser protegido y divulgado.
Este hallazgo en Jumilla se suma a otros importantes descubrimientos arqueológicos recientes en España, incluyendo estructuras monumentales en Perú y un edificio del siglo XV en Barcelona. Tras su análisis, las figuras podrían ser exhibidas en un museo local, convirtiéndose en un valioso testimonio de la vida y creencias de las comunidades que ocuparon la región hace milenios. Los expertos consideran que el Cerro del Tío Pimentón sigue siendo un «libro abierto» para desvelar los secretos del pasado peninsular.