En un reciente e inesperado desarrollo en el mediático caso Nummaria, un informe de la Agencia Tributaria ha generado un notable revuelo al cuestionar la base de las acusaciones contra la destacada actriz española Ana Duato, ampliamente conocida por su papel en la serie «Cuéntame cómo pasó». De acuerdo con el documento, fechado el 10 de abril y a petición del fiscal anticorrupción Tomás Herranz, Duato habría estado por debajo del límite de los 120.000 euros en fraude a Hacienda en el período comprendido entre 2014 y 2017, umbral necesario para que se considere su acción como delito fiscal.
Este reporte llega en un momento crítico del juicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional, donde no solo está siendo juzgada Duato, sino también su esposo, el productor Miguel Ángel Bernardeu, además de otros 29 individuos, entre quienes se encuentra Imanol Arias, compañero en la mencionada serie, y que ya ha confesado cinco delitos fiscales acordando penalidades con la Fiscalía.
La polémica en este caso surgió inicialmente por las dudas sobre el monto que Duato recibía por cada capítulo de «Cuéntame cómo pasó». Las primeras estimaciones de la Fiscalía, que apuntaban a ingresos superiores a los 63.000 euros por episodio, fueron refutadas por la defensa liderada por Enrique Molina. Éste argumentó fallos en la revisión de los contratos firmados con Televisión Española, lo que habría dado lugar a una tergiversación de las cifras reales percibidas por la actriz hasta febrero de 2013.
Una revisión más meticulosa de su contrato e ingresos evidenció que, de hecho, Duato ganaba cerca de 33.767 euros por capítulo desde 2014, según se desprende del análisis de su participación en 85 episodios durante el lapso estudiado y de las rentas declaradas, que en total sumaban 2,87 millones de euros.
Los cálculos revisados sugieren que las sumas presuntamente defraudadas a lo largo de los años pertinentes, que se detallan año por año como 76.777 euros en 2014, 76.932 en 2015, 71.263 en 2016 y 40.452 en 2017, se encuentran por debajo del límite legal para que se consideren como un delito fiscal.
Este viraje en la evidencia podría juegar un papel fundamental en el destino judicial de Duato y Bernardeu, quienes decidieron enfrentar las acusaciones sin buscar un acuerdo con la Fiscalía, a diferencia de otros involucrados en el caso. Estos hallazgos no solo podrían inclinar la balanza judicial a favor de Duato, sino que también podrían establecer un precedente relevante para el tratamiento legal de casos similares en el futuro, destacando la importancia de una revisión minuciosa y exacta de los datos fiscales en litigios de esta índole.