Si estás lidiando con una puerta o ventana corredera que no se cierra correctamente, no hay motivo para alarmarse. Es un problema común que puedes solucionar fácilmente sin necesidad de inversiones costosas o asistencia profesional. Aquí tienes algunos pasos prácticos que puedes seguir para solucionar el problema por tu cuenta.
Primero, identifica qué está causando el mal funcionamiento. Muchas veces, la acumulación de polvo y suciedad en los rieles es la culpable. Dedica unos minutos a limpiar bien el área con un aspirador o un trapo húmedo, asegurándote de que tanto el riel superior como el inferior estén libres de obstrucciones.
Después de la limpieza, examina las ruedas de la puerta o ventana. Si están desgastadas o dañadas, es posible que necesiten ser reemplazadas. Puedes encontrar repuestos en ferreterías o tiendas de mejoras para el hogar. Con un destornillador y un poco de paciencia, podrás realizar el cambio. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante para este tipo de reparaciones.
Si continúas teniendo problemas después de limpiar y revisar las ruedas, intenta ajustar los tornillos de la guía. Estos se encuentran generalmente en la parte superior o inferior del marco y permiten modificar la altura de la puerta o ventana para mejorar su alineación. Usando un destornillador, haz pequeños ajustes y prueba el movimiento tras cada uno.
Revisa también el estado del marco, ya que los cambios de temperatura o humedad pueden provocarle deformaciones. Si notas que está hinchado o desviado, utiliza cuñas de madera o un nivelador para corregir la alineación adecuada. Coloca las cuñas en los extremos para nivelarlo correctamente.
Finalmente, si la situación persiste, prueba aplicar un poco de lubricante en los rieles y las ruedas. Una pequeña cantidad de aceite o spray lubricante puede facilitar el movimiento y evitar atascos, pero recuerda que el exceso puede atraer más suciedad.
En muchos casos, estos problemas se resuelven de manera rápida y sencilla, evitando así gastos innecesarios en reparaciones más complejas. Con un poco de dedicación, tu puerta o ventana corredera estará funcionando perfectamente en poco tiempo.
