Con la llegada del invierno, el clima se ha vuelto más severo, con heladas y tormentas siendo eventos cada vez más comunes, lo que supone un riesgo importante para la seguridad de las viviendas. Según investigaciones recientes, los siniestros más habituales durante esta época son los daños por agua, que representan el 44%, seguido de la rotura de cristales con un 19% y los daños eléctricos con un 11,6%, impulsados por el aumento en el uso de calefacción.
Las heladas y las granizadas se destacan como los fenómenos meteorológicos más dañinos para las viviendas. Las heladas pueden provocar grietas en los tejados debido a la expansión del agua al congelarse, mientras que las granizadas dañan superficies expuestas. Para reducir estos riesgos, es esencial tomar ciertas precauciones.
Revisar el estado de los techos y asegurar su impermeabilidad es una medida fundamental. Verificar la integridad de las tejas y mantener puertas y ventanas cerradas durante las tormentas reduce el riesgo de filtraciones. Además, abrir los grifos regularmente ayuda a disminuir el riesgo de congelación en las tuberías.
El aislamiento adecuado de las tuberías expuestas es crucial. No se debe usar agua caliente para descongelar las tuberías, ya que esto puede causar daños graves. Un mantenimiento regular de elementos como antenas y chimeneas es también recomendable.
Durante las tormentas, asegurar un buen sellado de puertas y ventanas con tiras de goma o espuma antiadhesiva evitará filtraciones. Bajar las persianas protege los cristales, y sellar suelos y chimeneas con silicona o caucho es aconsejable si se cuenta con tarima flotante. Además, mantener limpias las canaletas evita obstrucciones y problemas de humedad.
Mario Pérez, quien lidera el área comercial de hogar en Allianz Partners España, enfatiza la importancia de estar preparados para enfrentar inundaciones, roturas de cristales y otros daños. Pérez destaca que Allianz Partners ofrece asistencia en momentos críticos y se esfuerza en ayudar a prevenir estos siniestros, asegurando un mantenimiento adecuado de las viviendas.
