Las vacaciones han llegado a su fin y con ello las comidas improvisadas, el picoteo y las largas noches de juerga. Nuestro cuerpo necesita un respiro y volver a la rutina diaria, aunque a todos nos gustaría poder alargar el descanso un poco más. Ahora que el otoño está a la vuelta de la esquina, es hora de comenzar a recuperar hábitos saludables que benefician nuestro cuerpo. No sólo nos referimos a la práctica de ejercicio físico, sino también a mejorar nuestros hábitos alimenticios mediante una dieta sana y equilibrada, donde las frutas y las verduras tengan un papel importante. Sigue leyendo y descubre estos sencillos consejos para disfrutar de un otoño saludable.
Recuperar las 5 comidas al día
Durante las vacaciones, es normal cambiar nuestros hábitos de comida, lo que lleva a desajustes fatales para nuestro metabolismo. Picotear a deshora y comer en exceso son malos hábitos que nuestro cuerpo responde almacenando energía en forma de grasa. Para evitarlo, es esencial volver a las 5 comidas diarias, así sorteamos la tentación de picar a todas horas y evitamos sentarnos a comer con ansiedad y en exceso. Una buena ayuda para retomar esta rutina es un plan detox con zumos que se toman 6 veces al día, siguiendo el ciclo natural de comidas del organismo, aportando lo que nuestro cuerpo necesita en cada momento.
Empezar con un desayuno completo
El desayuno es la comida más importante del día, aunque a menudo no se le da la importancia que merece. Esta comida debe ser completa y equilibrada, proporcionando la energía suficiente para afrontar el resto de la jornada. No es suficiente con un simple café; un desayuno sano debe incluir hidratos, grasas buenas (como aceite de oliva, avena o aguacate) y proteínas sin grasas (huevos o pavo).
Comer más frutas y verduras
Las frutas y verduras son indispensables en una dieta saludable. Es fundamental prescindir de alimentos industriales y procesados, y buscar maneras de incorporar frutas y verduras en nuestras cinco comidas diarias. Existen numerosas recetas donde las verduras pueden ser el plato principal, acompañadas de alimentos más calóricos como aguacate, frutos secos o legumbres.
Mantener una buena hidratación
Además de beber agua, la fruta es una excelente fuente de hidratación, aportando nutrientes y vitaminas esenciales. Una manera sencilla de asegurar cuatro o cinco unidades de fruta y verdura diarias es mediante zumos naturales. Para una hidratación adicional, el agua alcalina es una gran opción, ya que es más rica en oxígeno y proporciona una mejor hidratación que el agua mineral. Es crucial evitar el alcohol destilado y no abusar de la sal y la harina de trigo, para no retener líquidos de forma indebida.
Realizar ejercicio físico
Un estilo de vida saludable no depende únicamente de la alimentación, sino que también debe incluir ejercicio físico. No es necesario machacarse en el gimnasio; actividades como caminar a buen ritmo o retomar un deporte favorito también son magníficas opciones. Lo importante es dejar atrás la vida sedentaria, que aunque tentadora, resulta muy perjudicial para nuestra salud.
Siguiendo estos cinco sencillos consejos, podrás disfrutar de un otoño saludable y lleno de bienestar.
