Recuperar un suelo de parqué deteriorado no tiene por qué ser una tarea imposible, y con los pasos adecuados, puedes devolverle su brillo y encanto originales. Aquí te mostramos cómo hacerlo desde la comodidad de tu hogar.

Lo primero es evaluar el estado del parqué. Si los arañazos son superficiales, no necesitas pulir toda la superficie. Comienza limpiando el suelo cuidadosamente para eliminar polvo y suciedad. Utiliza un limpiador específico para suelos de madera y sigue las instrucciones del fabricante al pie de la letra.

Una vez limpio, es momento de ocuparse de los arañazos. Si el daño es menor, un marcador para madera del mismo color puede ser tu mejor aliado. Aplica el marcador sobre el arañazo y utiliza un paño suave para difuminar, integrándolo bien con el resto del suelo.

Para arañazos más profundos, la cera para suelos es una opción eficaz. Esta no solo disimula el arañazo, sino que también añade una capa protectora a la madera. Usa un paño para aplicar la cera suavemente sobre el área dañada, siguiendo siempre la dirección del grano de la madera.

Si el desgaste en el parqué es significativo, puede que el lijado sea la mejor alternativa. Utiliza una lijadora de banda o una manual para eliminar la capa dañada superior, con cuidado de no lastimar el sustrato. Después, limpia bien la superficie y aplica un sellador o barniz adecuado para tu tipo de parqué, garantizando así un acabado duradero.

Para mantener el parqué en buen estado, es fundamental seguir una rutina de mantenimiento preventivo. Coloca alfombras en zonas de alto tránsito y evita el uso de zapatos con suelas duras en el interior. Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de un suelo de parqué que mantenga su esplendor durante muchos años.