Durante una reciente emisión en directo de «Espejo Público», el debate se intensificó cuando Gema López, una de las copresentadoras del programa, manifestó su clara oposición hacia la dirección editorial del espacio, especialmente en lo que respecta a un segmento que utilizaba la inteligencia artificial para especular sobre cómo sería la futura hija del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y su pareja, quienes recientemente anunciaron que esperan una niña.
La controversia surgió este lunes, 27 de enero, en medio de la discusión sobre el embarazo de la pareja, convirtiéndose rápidamente en un tema de gran interés. Sin embargo, lo que destacó fue la franca reacción de López en contra de la decisión de previsualizar el aspecto del bebé mediante el uso de tecnología de inteligencia artificial, una iniciativa que se adelantó sin su consentimiento bajo la supervisión de Alberto Díaz, a cargo de la sección de actualidad del programa.
«Me parece fatal, lo digo de verdad», fueron las palabras de López, quien expresó su disconformidad antes de que el programa hiciera una pausa para anuncios publicitarios. La presentadora rechazó la idea de especular sobre el aspecto físico del futuro bebé, marcando su posición antes de que las imágenes generadas artificialmente fueran mostradas a la audiencia.
A su regreso, y manteniendo su postura en contra de la segmentación del programa, López continuó con la transmisión, aunque mostró las imágenes generadas por la inteligencia artificial, que ya habían sido objeto de discusión por parte de otros medios como OKdiario. Este enfoque no solo generó las críticas de López, sino también de Susanna Griso, otra figura prominente del medio, quien meditó sobre las cuestiones éticas de generar expectativas sobre el aspecto de una persona antes de su nacimiento.
Este incidente pone de manifiesto una preocupación ética sobre el empleo de tecnologías emergentes en la esfera mediática para la especulación en torno a la vida privada de personas públicas, equilibrando la demanda de espectáculo informativo con el principio de respeto a la privacidad individual y familiar. La posición de Gema López abre un debate necesario sobre los límites éticos del entretenimiento televisivo y el papel de los medios de comunicación en la sociedad actual.
