En 2026, el diseño de interiores sigue transformándose de manera notable, especialmente en dos de las estancias más significativas del hogar: los baños y las cocinas. Este año, las tendencias están marcadas por un enfoque en la sostenibilidad, la tecnología y la personalización, prometiendo una verdadera evolución de estos espacios.
La preocupación por el medio ambiente impulsa una de las principales tendencias de este año. La sostenibilidad se convierte en un criterio esencial para los consumidores que buscan productos y materiales respetuosos con el entorno. El uso de maderas recicladas, piedra natural y acabados no tóxicos se hará cada vez más habitual. También serán protagonistas los grifos y duchas que permiten ahorrar agua, así como los electrodomésticos de bajo consumo energético. Esta tendencia no se limita a los materiales; también incluye el diseño de espacios que optimicen la luz natural, reduciendo el uso de energía artificial.
La tecnología, por su parte, desempeñará un papel crucial en la transformación de baños y cocinas. La domótica y los dispositivos inteligentes continuarán expandiéndose, ofreciendo una automatización sin precedentes en las funciones del hogar. Este año, se espera un aumento en la popularidad de grifos inteligentes, espejos con pantallas integradas y sistemas de iluminación que se adaptan al ciclo del día. Los electrodomésticos conectados permitirán una gestión más eficiente de las comidas y las recetas a través de aplicaciones móviles, facilitando una interacción más intuitiva con la cocina.
En cuanto a la personalización, esta se impone con fuerza como un desiderátum. Va mucho más allá de la selección de colores y acabados, centrando su atención en crear espacios que reflejen la personalidad y el estilo de vida de sus habitantes. Se anticipa una mayor atención a los detalles, desde azulejos hechos a medida hasta muebles modulares que se ajustan a diferentes necesidades y soluciones de almacenamiento ingeniosas que maximicen el espacio.
El diseño minimalista mantiene su popularidad, pero ahora se combina con el concepto de «maximalismo responsable». Esto supone la incorporación de elementos decorativos y piezas únicas que añaden carácter al espacio sin saturarlo. La mezcla de texturas y materiales, junto con la inclusión de arte y piezas culturales, enriquecerán tanto las cocinas como los baños.
Finalmente, el bienestar emerge como un valor primordial en el diseño de estos espacios. Los baños incorporarán innovaciones como bañeras de hidromasaje, duchas con sistemas de aromaterapia y zonas dedicadas a la meditación y relajación. En las cocinas, la ergonomía se convertirá en un aspecto crucial para facilitar las tareas diarias.
Así, 2026 será un año vibrante para el diseño de baños y cocinas, donde la fusión de sostenibilidad, tecnología, personalización y bienestar culminará en espacios más funcionales y placenteros.

