La dirección deportiva del Celta de Vigo tomó la decisión de no centrar sus esfuerzos en la adquisición de un lateral izquierdo durante el reciente mercado de verano, confiando en las habilidades de Óscar Mingueza. El jugador ya había demostrado su valía en la temporada pasada, logrando una notable actuación tanto a nivel individual como en el juego colectivo. Su rendimiento lo llevó a consolidarse como internacional con la selección española, lo que generó altas expectativas en torno a su desempeño en el presente curso.
No obstante, la dinámica del equipo cambió de forma inesperada con la llegada de Fran García. Este fichaje se enmarca en un traspaso múltiple que refuerza la estrategia del director deportivo Marco Garcés. La llegada de García ha hecho surgir un aluvión de expectativas entre los aficionados, quienes ven en él una oportunidad para fortalecer la defensa y proporcionar una mayor estabilidad al equipo.
Con el avance de la temporada, los seguidores del Celta están ansiosos por observar cómo se adaptará Mingueza a su nuevo rol y la integración de Fran García en el sistema táctico del entrenador. La confianza en que ambas decisiones estratégicas rindan frutos es palpable, alimentando las esperanzas de que el equipo pueda atravesar una nueva etapa de éxito.