Fernando Tejero, conocido por su carismático papel de Fermín Trujillo en «La que se avecina», ofreció una entrevista conmovedora en «El hormiguero» que dejó una huella indeleble tanto en la audiencia como en su anfitrión, Pablo Motos. El encuentro, que inicialmente se presentaba como una oportunidad para hablar de su carrera y proyectos futuros, se sumergió rápidamente en aguas más profundas y personales, revelando aspectos íntimos de la vida del actor, incluyendo su salida de la populosa serie y su proceso de aceptación personal y orientación sexual.
Durante la charla, Tejero no eludió ninguna pregunta, incluso abordó su decisión de abandonar «La que se avecina» tras siete temporadas. Su explicación se centró en la evolución natural de la vida y las etapas que vienen y van. Con afecto, recordó su tiempo en la serie y agradeció a los hermanos Caballero por las oportunidades brindadas a lo largo de los años, asegurando que su partida no fue producto de conflictos sino de un deseo de buscar nuevos desafíos.
Sin embargo, el momento más emotivo de la noche llegó cuando Tejero compartió su experiencia con la aceptación de su homosexualidad. Crecer en un ambiente socialmente adverso a la diversidad sexual lo llevó a enfrentar inseguridades y adversidades, tanto en su juventud como en su llegada a Madrid, donde inicialmente se presentó como heterosexual. Fue a través de su formación en arte dramático y un monólogo personal que finalmente encontró la fuerza para aceptarse abiertamente.
La entrevista también brindó momentos de ligereza, con Tejero compartiendo anécdotas con sus colegas que evidenciaron el espíritu humorístico que lo caracteriza. Su participación en «El hormiguero» no solo sirvió para anunciar su salida de «La que se avecina», sino que ofreció a la audiencia una mirada íntima y poderosa hacia su proceso personal, impactando con su sinceridad y valentía.
Este revelador encuentro ayudó a consolidar el estatus de «El hormiguero» como uno de los programas estelares de entretenimiento nocturno, capaz de atraer personalidades de gran talla y ofrecer contenido que va más allá de la mera diversión, promoviendo reflexiones importantes en una sociedad en constante cambio. La noche con Fernando Tejero demostró ser mucho más que una entrevista típica, transformándose en un espontáneo acto de valentía y un mensaje de amor propio y aceptación.