En una reciente entrevista en Antena 3, Alberto Núñez Feijóo, el líder del Partido Popular (PP), ha aventurado la posibilidad de presentar una moción de censura contra el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dependiendo del resultado de las próximas elecciones europeas. Feijóo se mostró reticente a anticiparse a los eventos, pero señaló que no se cierra a la opción de utilizar dicha herramienta política si las circunstancias tras los comicios así lo sugieren, y siempre que cuenten con el apoyo necesario de otros partidos como Junts y Vox.
Feijóo enfatizó en su conversación en el programa «Espejo Público» la capacidad del PP como alternativa al actual gobierno, insinuando que un cambio en el panorama político podría estar más cerca si las elecciones europeas reflejan un descontento mayoritario con la gestión del PSOE, especialmente en lo relativo a los escándalos de corrupción.
Las declaraciones de Feijóo no tardaron en generar opiniones encontradas tanto dentro como fuera del ámbito político. Dani Sirera, concejal del PP en Barcelona, opinó que una moción de censura solo debería plantearse si existen garantías reales de éxito, desestimando la necesidad de negociar previamente alianzas para garantizar una mayoría. Por otro lado, desde el PSOE, el ministro Félix Bolaños criticó duramente al líder del PP, acusándolo de hipocresía y de engañar al público con sus propuestas y alianzas políticas.
La posible moción de censura es vista como una maniobra de alto riesgo que añade mayor incertidumbre al escenario político español, especialmente en un momento en que las últimas encuestas apuntan a una posible victoria del PP en las elecciones europeas. El número de escaños que conseguiría el PP y cómo esto afectaría al actual equilibrio de poder en España es motivo de especulación.
El éxito de una posible moción de censura no solo dependerá de los resultados electorales, sino también de la capacidad del PP de forjar alianzas sólidas y convincentes en un espectro político cada vez más fragmentado. La postura de otros partidos, como ERC, quienes han afirmado claramente su negativa a apoyar una moción del PP, complica aún más el posible cambio de gobierno en España.
Este giro en la estrategia del PP subraya la importancia de las próximas elecciones europeas como termómetro político, no solo para España sino también para el resto de Europa, marcando un posible antes y después en la política española que podría tener consecuencias significativas en la configuración futura del gobierno del país.
