En un momento donde la estabilidad del sistema sanitario es más crucial que nunca, desde la comunidad empresarial de Castilla-La Mancha se alza una voz de alerta y compromiso. La Federación Empresarial de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM) ha expresado su preocupación ante la noticia del posible retraso en los pagos de las facturas farmacéuticas por parte de la administración en la Comunidad Valenciana, subrayando la importancia de salvaguardar la eficiencia y justicia del sistema de salud.
«Las decisiones de carácter político no deberían afectar al suministro de medicamentos ni poner en riesgo la viabilidad de servicios sanitarios esenciales,» advierte la FEFCAM en un comunicado reciente. La organización, que representa a más de 400 oficinas farmacéuticas en Castilla-La Mancha, recalca que de desestabilizarse el modelo de oficina de farmacia, podrían derivarse «consecuencias graves e inmediatas sobre la salud pública», especialmente en grupos vulnerables como los crónicos, polimedicados o dependientes.
Este llamado a la responsabilidad no se detiene en lo económico, sino que trasciende hacia lo ético. «El impago de la factura farmacéutica no es solo una cuestión económica, sino de justicia, responsabilidad institucional y sostenibilidad del modelo», expresan desde la federación. Esta declaración expone una clara preocupación por el equilibrio entre la eficacia empresarial y la misión social de las farmacias como pilares del sistema de salud.
En momentos de crisis, como los vividos durante la pandemia del Covid-19, las farmacias demostraron ser más que simples puntos de dispensación de medicamentos. «Las oficinas de farmacia son agentes sanitarios esenciales, especialmente en entornos rurales y en poblaciones vulnerables,” señala el presidente de FEFCAM, Álvaro Carmena. Bajo su gestión, la federación ha insistido en que el modelo español de farmacia, caracterizado por su proximidad y regulación, “debe protegerse y no deteriorarse por decisiones coyunturales».
Con un llamamiento respetuoso pero firme dirigido a las autoridades, Carmena solicita «soluciones urgentes y sostenibles» que aseguren la continuidad y la calidad del servicio que ofrecen las farmacias. Finalmente, FEFCAM invita a la sociedad y a los agentes políticos a reconocer y defender el papel vital de las farmacias en el tejido sanitario del país, insistiendo en que “el sector está unido en la defensa de un bien común: la salud de las personas y la sostenibilidad del modelo”.
Así, en un contexto de incertidumbre política y económica, FEFCAM se posiciona no solo como un actor empresarial, sino como un defensor decidido de los derechos sanitarios de la población, enfatizando la conexión indispensable entre la salud pública y la estabilidad económica en el sector farmacéutico.