Las jornadas de memoria histórica en Cogolludo han logrado una conexión emocional y profunda con el pasado, transportando a los asistentes desde los escenarios más crudos de la Guerra Civil española hasta historias humanas que han perdurado en el tiempo. Más de un centenar de personas se reunieron en las II Jornadas sobre la Guerra Civil, organizadas por la Sociedad de Amigos de Cogolludo (SADECO). Este evento se centró en la reflexión y la recuperación del patrimonio, sin connotaciones políticas.
César Pérez, presidente de SADECO, inauguró el evento destacando la importancia de preservar la memoria histórica sin sesgos ideológicos, usando testimonios y estudios para comprender el pasado sin emitir juicios. Un momento clave fue la conferencia del coronel José Romero, quien analizó la campaña militar en el valle del Henares y desmintió ciertos mitos sobre la entrada de las tropas nacionales en Cogolludo. Romero subrayó la importancia estratégica de la región, a menudo opacada por otros episodios del conflicto.
Alfonso López, de la Asociación Histórica Frente de Guadalajara, también tuvo una intervención destacada. Su ponencia sobre la violencia y el anticlericalismo en el verano de 1936 mostró cómo Cogolludo sufrió la destrucción de su patrimonio religioso. López sugirió que la iglesia de San Pedro, en su estado casi inalterado desde la guerra, se convierta en un recurso cultural y turístico.
La singularidad de la iglesia de San Pedro, con sus impactos de balas y su uso como cuartel y cárcel, fue tema de debate. El alcalde Juan Alfonso Fraguas abogó por convertirla en un museo de la Guerra Civil, para fomentar el turismo y ofrecer un espacio de reflexión histórica.
Durante las jornadas, los asistentes visitaron trincheras y observatorios, y participaron en conferencias sobre el pasado bélico de la provincia. Carolina Peña Moreno compartió historias de soldados mallorquines, revelando cartas que describen la vida cotidiana en el frente y los lazos afectivos que formaron con las familias locales.
Se presentó también el libro «Pere Pahisa. Diario de guerra (1936-1939)», que narra la experiencia de un joven soldado catalán. Su relato, sin valoraciones políticas, ofrece una visión vívida de la guerra y su conexión con la comunidad de Cogolludo.
Las jornadas finalizaron con un coloquio lleno de emociones y reflexiones sobre las vivencias de la guerra. César Pérez llamó a conservar y recuperar la memoria y el patrimonio de Cogolludo, destacando la iglesia de San Pedro como símbolo de la historia local que merece ser declarado Bien de Interés Cultural. Estos encuentros han evidenciado el interés del público por conocer más sobre su historia y la importancia que aún tiene en la memoria colectiva.

