Con la temporada de San Valentín a la vuelta de la esquina, los aficionados al romance tienen motivos de sobra para enriquecer su catálogo de visionado en Netflix, donde historias de amor prometen ser el acompañante ideal durante este mes tan especial. Sin embargo, es «La chica de nieve» la que actualmente se roba todos los reflectores, dejando a los espectadores expectantes sobre la posibilidad de una tercera temporada, mientras su creador, Javier Castillo, se mantiene enigmático sobre el futuro de la serie.
En un momento donde la ficción histórica vive un renacer entre las audiencias de todo el mundo, las plataformas de streaming se han convertido en el nuevo hogar de estas apasionantes narrativas. Dentro de este escenario competitivo, destaca una serie en la plataforma Max que se ha hecho notar no sólo por su meticulosa ambientación, sino también por su habilidad para hilar con maestría historias de poder, pasión y estrategia en el Nueva York del siglo XIX.
Creada por Julian Fellowes, mente maestra detrás de «Downton Abbey», esta serie se postula como una alternativa fresca para los seguidores de títulos como «Los Bridgerton» o «La Promesa». Bajo el título de «La edad dorada», seguimos el viaje de Marian Brook, una joven que, después de la muerte de su padre en 1882, deja la rural Pensilvania para aventurarse en Nueva York, donde deberá convivir con sus acaudaladas tías.
El drama se intensifica cuando Marian, aliada con una aspirante a escritora en busca de un nuevo comienzo, se ve envuelta sin querer en una batalla social encabezada por su tía, símbolo de la vieja riqueza, contra sus nuevos vecinos, un despiadado magnate ferroviario y su ambiciosa esposa. La serie no sólo es un conflicto entre viejas y nuevas riquezas sino también una crítica al dilema de seguir las reglas o desafiar el sistema para forjarse un destino propio.
«La edad dorada» goza de la aclamación de la crítica y cuenta con un elenco de estrellas como Carrie Coon, Christine Baranski, Cynthia Nixon, Morgan Spector y Louisa Jacobson, siendo destacada especialmente por su atención al detalle en la ambientación y dirección de arte, convirtiéndola en una de las ficciones de época más impresionantes de la actualidad.
A medida que la serie anticipa con entusiasmo una tercera temporada, continúa capturando la imaginación de una audiencia deseosa de sumergirse en dramas históricos que ofrecen una ventana a tiempos de grandes cambios y ambiciones desmedidas. «La edad dorada», con su relato envolvente y personajes complejos, asegura mantener a los espectadores al borde de sus asientos, anhelando descubrir cómo se desenvolverán los destinos de sus protagonistas en esta épica de la sociedad neoyorquina del siglo XIX.
