Las recientes elecciones europeas han culminado en un tenso empate técnico entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), marcando un final de fotografía según los últimos datos proporcionados por la encuesta de SIGMA DOS para RTVE. Dolors Montserrat, del PP, y la socialista Teresa Ribera se encuentran en una contienda muy reñida, con el PP obteniendo un 32,4% de los votos frente al 30,2% del PSOE. En términos de representación, esto se traduce en una horquilla de 21 a 23 diputados para el PP y de 20 a 22 para el PSOE.
A pesar de que el PP lograría una victoria, su margen sobre el PSOE no es el suficientemente amplio como para que pueda reclamar un mandato contundente contra Pedro Sánchez. De hecho, la diferencia entre ambos partidos fluctuaría en apenas un escaño en varios escenarios proyectados, destacando cómo ambos candidatos estaban prácticamente igualados.
Este resultado muestra un mejor desempeño del PP en comparación con las elecciones de 2019, cuando solo consiguieron 12 escaños, mientras que el PSOE ha visto una ligera disminución, perdiendo cerca de dos puntos porcentuales desde el 32,86% de votos que recibió Josep Borrell.
La irrupción de agitadores antisistema como Alvise, con su partido «Se Acabó la Fiesta», sacude el panorama político al conseguir entre 2 y 3 diputados con el 3,9% de los votos. Vox, por su parte, mejora su representación aunque no alcanza las estimaciones previas, logrando entre 6 y 7 escaños.
La izquierda española afronta retos significativos, evidenciados por la pérdida de terreno de Podemos, que disminuye su representación a 2 o 3 diputados versus los 6 obtenidos en 2019. No obstante, Irene Montero asegura su posición en Estrasburgo. Sumar, una nueva inclusión política, parece tomar la delantera dentro de la izquierda con 3 a 4 escaños.
Otra variante en este escenario es el fracaso de Ciudadanos, que desaparece del panorama europeo, contrastando drásticamente con los logros anteriores.
Comparando con los resultados anteriores de 2019, este cambio refleja una mayor competitividad entre los principales partidos de España y una evidente fragmentación en su escena política, presagiando potenciales desafíos y dinámicas para la próxima legislatura europea.
Los pronósticos del Parlamento Europeo para España mantienen una línea similar, situando al PP en la delantera con una estimación de 22 diputados mientras que el PSOE seguiría de cerca con 20. Los números habituales presentan un panorama español cada vez más diverso y competido a nivel político, subrayando la vitalidad de su democracia y los retos inminentes en su horizonte europeo.
