Un dramático episodio familiar se ha convertido recientemente en el centro de atención en Málaga, tras ser expuesto en el programa televisivo de Canal Sur TV, «Hoy en día». La historia de Miguel, un anciano de 74 años, ha sacudido a la audiencia al describir cómo ha sido relegado a vivir en el garaje de su propia casa, bajo condiciones que él mismo ha calificado como «infrahumanas», debido a una amarga disputa con su hija y nietas.
Miguel, residente de un municipio malagueño, optó por llevar su caso a la televisión para buscar ayuda y soluciones a su precaria situación. El anciano relató, con evidencia visual en apoyo, cómo se ve obligado a subsistir sin acceso adecuado a servicios básicos dentro de su propio hogar, alegando que esta situación ha sido impuesta por su propia familia.
A lo largo de la emisión en directo, la problemática familiar se hizo más evidente cuando, al intentar explicar su situación, la narración de Miguel fue interrumpida por la presentadora sustituta, Ana Hinestrosa, en el momento que mencionó una denuncia previamente resuelta en su contra. La tensión aumentó cuando Mari Ángeles, su hija, refutó las acusaciones de Miguel, argumentando tanto conductas problemáticas por su parte, incluyendo amenazas de muerte, como negligencia en el cuidado de la propiedad.
La situación alcanzó un punto crítico durante el programa, cuando el abogado de Miguel reveló una reciente decisión judicial que estipula una orden de alejamiento contra su hija y nietas, ocupantes de la casa. La reacción de las acusadas fue de vehemente rechazo, particularmente de una de las nietas, quien manifestó su intención de desafiar la orden judicial.
El sensible episodio concluyó con la presentadora dando fin a la conexión en vivo, expresando su consternación por el conflicto familiar y deseando una resolución pacífica y equitativa para ambas partes. Este caso no solo destaca las complicaciones inherentes a las disputas familiares, sino que también refleja el debate sobre el papel de los medios en la divulgación de estos asuntos privados, abriendo conversaciones sobre el derecho a la intimidad, la justicia y cómo la comunidad puede ofrecer apoyo en situaciones de vulnerabilidad.