Con la llegada de la temporada invernal, la iluminación del hogar cobra una nueva relevancia. La correcta elección de la luz puede transformar no solo el aspecto de nuestro espacio, sino también nuestro bienestar y estado de ánimo. En este contexto, muchos expertos en diseño sugieren abandonar las luces de techo frías y optar por lámparas de sobremesa con una luz más cálida, que puedan ofrecer confort durante las noches frías.
Aunque las luces de techo son prácticas para iluminar grandes espacios, su luz blanca y fría puede resultar poco acogedora. En cambio, las lámparas de sobremesa emiten una luz más cálida y suave, creando un ambiente más acogedor. Además, se recomienda utilizar múltiples fuentes de luz en una misma habitación, ya que esto no solo aporta calidez, sino que también permite ajustar la intensidad según la actividad, sea para leer, trabajar o relajarse.
La iluminación cálida no solo favorece la estética de nuestros espacios, sino que también tiene beneficios para la salud mental. Recientes estudios apuntan a que estar en entornos iluminados con luz cálida puede reducir el estrés y potenciar la sensación de bienestar. Por tanto, escoger adecuadamente la iluminación se convierte en una prioridad durante los meses más fríos.
Es fundamental que, más allá del estilo y diseño de las lámparas, prime su funcionalidad. Las lámparas de sobremesa, además de ser decorativas y versátiles, se pueden integrar fácilmente en cualquier estancia de la casa, desde el salón hasta el dormitorio. Así, la transición hacia una luz más cálida no solo mejora el diseño del hogar, sino que también cuida de nuestro bienestar emocional y personal.


