En un viraje notorio dentro de la política andaluza, recientes declaraciones ponen en tela de juicio la posibilidad de que Juanma Moreno, actual presidente de la Junta de Andalucía por el Partido Popular (PP), se aparte de la contienda electoral en 2026. Esta situación, calificada como una «temeridad» por Toni Martín, portavoz del PP andaluz en el Parlamento autonómico, sugiere un cambio significativo en la dinámica interna del partido y en las promesas previamente establecidas por Moreno, particularmente en lo referente a la limitación de mandatos.
Si bien en el pasado Moreno había defendido la idea de restringir los periodos de gobierno a dos mandatos, su liderazgo prolongado y la aparente estabilidad política en Andalucía han abierto el debate sobre la necesidad de su continuidad al frente de la Junta. La ausencia de sucesores con perfil claro dentro del PP andaluz amplía aún más esta perspectiva, situando a Moreno en una posición de influencia considerable aunque potencialmente aislada dentre de la estructura de su propio partido.
Durante la carrera hacia las elecciones de 2022, el compromiso con la limitación de mandatos figuraba aún como parte del programa electoral de Moreno. Este compromiso, heredado de su etapa en la oposición, parecía encaminarse hacia una reforma legal con el impulso de Ciudadanos, que buscaba restringir a dos los mandatos tanto de presidentes como de consejeros. Sin embargo, el giro reciente en el discurso sugiere que dicho compromiso podría diluirse, permitiendo potencialmente a Moreno presentarse a una reelección en 2026, siempre y cuando obtenga el respaldo necesario de su partido y su familia.
Desde la perspectiva electoral, los sondeos muestran un apoyo robusto a Moreno, sin indicios de un cambio favorable a la oposición. Esto, aunado a la consolidada alianza entre PP y Vox en el Parlamento andaluz, refuerza la posición de Moreno frente a potenciales adversarios políticos.
A pesar de especulaciones que apuntan hacia un retorno de Moreno a la política nacional en Madrid, donde previamente ocupó roles significativos durante el gobierno de Mariano Rajoy, el líder andaluz se muestra firme en su intención de mantenerse en el cargo, con un interés declarado en enfrentarse a nuevos retos luego de un eventual nuevo mandato.
El futuro político del PP andaluz y la sucesión de Moreno se presentan como cuestiones sensitivas, especialmente tras la renuncia de figuras claves de su gabinete. A la espera de una reestructuración que impulsaría a nuevas figuras emergentes, el partido se encuentra ante el desafío de configurar un liderazgo sólido que asegure la continuidad de su proyecto en Andalucía. Este escenario implica no solo la resolución de interrogantes inmediatos sobre la composición del equipo de Moreno, sino también la definición de estrategias a largo plazo que permitan al PP enfrentar futuros desafíos electorales y políticos en la región.
